La aparición de reos con el nuevo coronavirus obligó a las autoridades a imponer cuarentena en toda la cárcel Luis Paulino Mora, ubicada dentro del complejo penitenciario en San Rafael de Alajuela.
Esa misma situación provocó el aislamiento de varios dormitorios y/o módulos de otras dos prisiones: la Jorge Arturo Montero Castro y la Gerardo Rodríguez Echeverría, ambas también en ese mismo espacio de Alajuela.
En el caso de la Jorge Arturo Montero, los espacios aislados son la Unidad de Pensiones Alimentarias y el módulo F4 del ámbito F, mientras que de la segunda cárcel son los dormitorios 5, 6, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15A y 15B.
La información fue confirmada por el Ministerio de Salud por medio de un correo electrónico; sin embargo, no se detalló cuánta población se ve afectada por dichas acciones.
Lo que sí indicaron es que esas medidas fueron tomadas porque se trata de los centros penales en donde efectivamente hay un brote de esta enfermedad.
Al 10 de agosto, en la Luis Paulino Mora y en la Jorge Arturo contabilizan 16 reos activos con la enfermedad en cada una, mientras que el reporte a ese día de agosto en la Gerardo Rodríguez era de 30 enfermos.
Las cifras anteriores hacen que esas tres infraestructuras carcelarias concentren la mitad del total de contagiados en todo el sistema penitenciario, que, a ese mismo día, eran 120 casos. El otro centro que tiene un alto contagio es el Centro de Atención Integral (CAI) San José, con 45.
Según informó Salud, está previsto que la cárcel Luis Paulino salga del confinamiento total el 14 de agosto, siempre que no se presente un nuevo brote.
Dos días después se estima que saldrían del confinamiento los dormitorios del CAI Gerardo Rodríguez. Para ese mismo día también se reabriría el módulo F4 de la Jorge Arturo Montero Castro.
Mientras que la Unidad de Pensiones se espera que salga del aislamiento este 12 de agosto.
Por su parte, Diana Posada, viceministra de Justicia, aseguró que a este miércoles, tienen órdenes sanitarias en seis centros penales por covid-19, pero no detalló en cuáles.
Mencionó que todas estas medidas son distintas para todos los centros y que todas van en el sentido de pedir la desinfección tanto de las áreas comunes, como de las oficinas administrativas de cada lugar. En algunas otras órdenes, que son las menos, Salud prohibió el ingreso de nuevos privados de libertad.
“El mayor impacto de estas órdenes ha sido positivo porque nos ha permitido garantizar la mejor atención en términos de aislamiento, de identificación y de diagnósticos tanto de casos sospechosos como de positivos por covid-19.
“La población ha mantenido sus espacios de esparcimiento, no han estado en un confinamiento total porque muchos de estos módulos cuentan con patios internos, gimnasios internos y eso les da la posibilidad de tener algunos momentos de distracción”, puntualizó la viceministra.
En cuanto al levantamiento de la medida,indicó que dependerá de la no aparición de más casos positivos en esos sitios. “Si no hay más casos, se levantan de forma automática, sino se extiende”, dijo Posada.
Al 12 de agosto, la cartera penitenciaria contabiliza 154 reclusos enfermos.
¿Cómo llegó la covid-19 a las prisiones?
Sobre el cómo se contagiaron de la enfermedad los pacientes cero de los cuatro centros en los que se tiene un brote de nuevo coronavirus, el Ministerio de Salud lo puntualizó:
1. CAI Luis Paulino Mora: Por medio de un funcionario. No se detalló si fue uno administrativo o un policía penitenciario.
2. CAI Jorge Arturo Montero: Persona privada de libertad que llegó al centro.
3. CAI Gerardo Rodríguez: Recluso que llegó a la prisión desde celdas judiciales.
4. CAI San José: También se dio por medio de un preso que provenía de celdas judiciales.
La entidad explicó que, una vez que se detecta un caso positivo en las prisiones, lo primero que se hace es enviar al recluso contagiado al módulo que da contención a los enfermos.
Por su parte, los compañeros de dormitorio y/o módulo del contagiado se dividen entre contactos directos e indirectos. Los primeros se monitorean de forma constante, mientras que el resto pasa a ser sospechoso.
“En ambos casos queda el módulo bajo vigilancia a la espera de lo que el Ministerio de Salud decida qué hacer, sea con una orden sanitaria para todo el módulo o el centro”, apuntó esa entidad sanitaria en el correo enviado.