La Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia ratificó ayer una condena de cuatro años de prisión contra el expresidente de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Eliseo Vargas García.
La decisión la adoptaron los magistrados al declarar “inadmisible” un recurso de casación contra una sentencia por cinco delitos de peculado por una contratación ficticia, confirmó Carlos Chinchilla, presidente de la Sala.
Por ese caso Vargas fue condenado en primera instancia, el 21 de mayo del 2012, por el Tribunal Penal de Hacienda. Ese fallo lo ratificó el 10 de mayo del 2013, el Tribunal de Apelación de Sentencia de Goicoechea.
Con la resolución de ayer de la Sala Tercera ya suman dos las condenas que pesan contra el expresidente de la Caja, pues el 11 de mayo del 2011, los magistrados habían confirmado otra sentencia (tres años de prisión), por un delito de peculado por su participación en el caso Caja-Fischel.
La Nación trató de localizar a Vargas pero no fue posible.
El abogado José Miguel Villalobos, quien lo representó en los dos primeros casos, dijo que no llevó el caso en casación, que desconocía el nombre del abogado que lo representó y que tenía cerca de un año de no tener contacto con Vargas.
Mientras tanto, la Oficina de Prensa de la Fiscalía comunicó que no habían sido notificados de la resolución y que por tanto preferían no emitir ningún pronunciamiento sobre el tema.
Antecedente. La condena de cuatro años de prisión contra Vargas se fundamentó en una acusación que presentó el Ministerio Público por hechos que ocurrieron entre el 10 de junio del 2002 y abril del 2004. En aquel momento, Vargas se desempeñaba como presidente ejecutivo de la CCSS.
Según la acusación que fue confirmada por el Tribunal de Juicio, Vargas nombró a Renato Soto Pacheco como su asistente, en el período citado, pero no se presentó a laborar aunque sí devengó salario.
Por el hecho, se impuso a Vargas los cuatro años y a Soto tres años de cárcel. Empero, a aquél le concedieron el beneficio de la ejecución condicional de la pena durante cinco años, tiempo durante el cual no podrá cometer otro delito y en caso hacerlo deberá descontar los tres años de prisión. La pena contra Soto también quedó en firme ayer.
Asimismo, los magistrados confirmaron que tanto Vargas como Soto deben pagar a la Caja, ¢29 millones más los intereses.
Irá a la prisión. El presidente de la Sala Tercera, Carlos Chinchilla afirmó que al declararse inadmisible la casación, la sentencia recurrida queda en firme.
Precisó que en el transcurso de la próxima semana serán notificadas las partes, incluido el Tribunal de Juicio, el cual deberá de poner al sentenciado a la orden del Instituto Nacional de Criminología del Ministerio de Justicia, para que descuente la pena.
De acuerdo con las disposiciones legales, Vargas, una vez notificado, deberá presentarse voluntariamente al Tribunal y en caso de no hacerlo se le podrá girar una orden de captura.
Vargas descontó prisión preventiva entre el 8 de setiembre del 2004 al 10 de noviembre de ese mismo año por el caso Caja-Fischel. Reinaldo Villalobos, subdirector de Adaptación Social, explicó que la prisión preventiva se descuenta por cada caso y no puede ser trasferible a otro caso.