La saturación que hay en celdas judiciales provoca que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) solo pueda atender juicios que sean “estrictamente necesarios”, según confirmó Flavio Quesada, secretario general de la Policía Judicial. Es decir, solo se pueden atender los debates que tienen un “plazo perentorio inmediato”; el resto, no entran en la categoría de urgencia y, por ende, no los pueden cubrir por el momento.
Lo anterior se da porque, actualmente, hay 223 personas pendientes de ser ingresadas a alguna prisión nacional, una cifra que es histórica en estos tiempos de pandemia. Esta sobrepoblación, añadió Quesada, es preocupante, máxime que es una situación que se viene arrastrando desde julio del año pasado, cuando se relentizó la dinámica con la que Justicia recibía a los reos que ya tienen una prisión preventiva o condena impuesta por un juez.
Según ese despacho, la problemática se da por el grave hacinamiento que hay en el sistema penitenciario y porque los jueces de Ejecución de la Pena les impiden colocar a reos en espacios que, en un principio, son de esparcimiento de la población o para asuntos educativos, como gimnasios y aulas. Los juzgadores, por su parte, se sacuden y aseguran que el ministerio, en lugar de pensar en sobrepoblar más los centros penales, debería echar mano de los beneficios carcelarios y así aliviar la crisis penitenciaria.
En este más de un año, la circunstancia, en lugar de mejorar, empeora y eso es lo que provocó, por ejemplo, que a este 20 de setiembre, ocho de las 32 sedes policiales hayan notificado a diferentes Tribunales su imposibilidad de participar en más debates, puesto que en esas respectivas celdas no cabe un reo más. Se trata de las oficinas de Alajuela, Puntarenas, San Ramón, Heredia, Sarapiquí, Pococí, Siquirres y Nicoya; no obstante, dijo Quesada, otras sedes están a punto de caer en lo mismo.
“La semana pasada le dijimos a los jueces que no podemos realizar más juicios, salvo que sean los estrictamente necesarios. Es decir que tengan su plazo perentorio inmediato; esos sí los realizamos, porque eso significa que la persona venga de la cárcel al despacho judicial y viceversa, evitando así que pase por celdas. Esta situación ya está colapsada (...) pero debemos seguir recibiendo a detenidos pese a no tener espacio”, lamentó el secretario general.
Reos con más de 20 días en celdas
Las celdas judiciales son espacios de reclusión temporal. La Sala Constitucional fijó, como plazo máximo de permanencia, 72 horas; es decir, tres días. No obstante, según Quesada, muchos de los reos que están allí actualmente sobrepasan en demasía ese periodo: algunos tienen más de 20 días de estar ahí y otros están por cumplir el mes. Eso significa que los presos han pasado ahí sin ver tan siquiera la luz natual, sin derecho a ser visitado por sus familiares y sin un sitio para esparcimiento.
En estos momentos, donde la situación es más crítica es en las celdas de San José, Goicoechea, Corredores, Guápiles, Sarapiquí, SIquirres, Nicoya, Alajuela, Heredia y San Ramón. “Cuando no tenemos espacio en una celda, recurrimos a la más cercana para habilitar un espacio y así vamos trasladando el problema a todo lado”, mencionó el secretario.
Todo se empeora cuando llega alguien contagiado con covid-19, ya que entonces toda una celda para varias personas, se reduce a ser utilizada solo por el enfermo. Pero para Quesada lo más preocupante es cuando tienen un recluso con esa enfermedad, pero asintomático, pues lo ingresan a la celda con otros compañeros y todos resultan después contagiados.
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“Nos ha ocurrido en varias celdas que una persona contagia a otras y ese riesgo se traslada también al personal. En pocos días vamos a tener muchos problemas adicionales por cierre de sedes, que tienen gente sin querer ser recibida por Justicia”, apuntó el secretario.