Heisel Tatiana Badilla Barrias, de 30 años, estaba inmersa en un gran círculo de violencia intrafamiliar. Desde que conoció a su esposo, Rony Zúñiga Fuentes, en el 2010, su vida se llenó de insultos, amenazas y golpes.
Era tal la situación que se vivía en esa casa, de la cual eran testigos sus cinco hijos (tres de ellos producto de esta relación), que el 21 de octubre del 2018 ella pidió auxilio a la Fuerza Pública para sacarlo de la vivienda, ubicada en La Mona de Golfito.
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En paralelo, le indicó a Zúñiga que quería divorciarse y también le pidió medidas de protección a un juez, las cuales le fueron concedidas por un año.
Sin embargo, esas acciones no fueron suficientes para ponerse a salvo. Cinco meses después, Ronny Zúñiga, de 33 años, apagó la vida de Heisel:
"El 26 de marzo del 2019, al ser aproximadamente las 10:40 a. m., en Ia casa de habitación (...) él mantuvo retenida contra su voluntad a Ia ofendida. Ella intentaba salir de Ia casa y Zúñiga no se Io permitía al sujetarla fuertemente con sus brazos y empujarla hacia atrás. Esta (Heisel) le decía que se fuera de la casa y la dejara sola.
"De seguido, con la única intención de dar muerte a su esposa y aquí ofendida, mediante el uso de un arma blanca, propiamente un puñal de cocina largo con empuñadura color blanco y estando en presencia de sus hijas menores de edad, el acusado empujó a Ia agraviada sobre un sillón sentándola a Ia fuerza. Él se posicionó de pie frente a ella y le dijo: ‘Si usted no es mía, no es de nadie' y, utilizando eI referido puñal que portaba en sus manos, arremetió contra ella propinándole varias estocadas (...) en rostro, pecho y estómago.
"De inmediato, llegó a Ia vivienda otra de las hijas de Heisel, quien logró poner de pie a su madre y caminar hacia la puerta de la casa, mientras realizaba presión a la herida de su estómago, logrando ambas salir hasta el corredor, donde fueron alcanzadas por el imputado. Él, con la clara intención de acabar finalmente con la vida de la ofendida, (...) la tomó por el cabello, le hizo su cabeza hacia atrás y le pasó el puñal por el cuello (...), también la apuñaló por la espalda.
“Posteriormente, (arrastró) a la ofendida a la casa, lugar donde murió a causa de las heridas", según se lee en la sentencia 092-2020, dictada en junio pasado por el juez John Tapia Salazar del Tribunal Penal de Golfito, pero la cual trasciende hasta este momento.
En ese fallo quedó en firme la aplicación del procedimiento especial abreviado en contra de Zúñiga Fuentes, a quien se le condenó a 29 años de cárcel por un delito de feminicidio en perjuicio de su esposa.
Víctima quería terminar relación; él le pedía que recapacitara
Tras el asesinato, una de las menores contó que por el ambiente agresivo que se vivía, su mamá no quería continuar con el matrimonio; sin embargo, eso no era bien recibido por Zúñiga.
Según la sentencia, la menor indicó que “las peleas entre ambos eran frecuentes y lo que detonó el homicidio de su madre fue que esta le dijo al encausado que ya no lo quería y que se fuera de la casa, por ende, este no quiso aceptarlo y por eso la mató”.
Esa versión fue confirmada por el informe DM-931-DRCN-2019 del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), en donde quedó registro de la apertura telefónica realizada a los dos celulares que se le decomisaron a Zúñiga, cuando fue detenido minutos después del feminicidio.
En esa pesquisa, los agentes encontraron conversaciones de WhatsApp entre la víctima y el asesino, donde observaron “reclamos, resentimientos y peleas que ambos mantenían, refiriéndole la agraviada en varias ocasiones al imputado su deseo de no seguir con la relación sentimental, expresando el mismo en más de una ocasión que recapacitara”.
Además, encontraron en el perfil de Facebook del sospechoso varias fotos de decepción y comentarios cortos en los que “expresaba sufrimiento y rencor”.
“También había fotografías en donde aparecían la ofendida y el perpetrador con frases como ‘eres y siempre serás la mujer de mi vida’ y ‘tú eres la esposa con la que me case para envejecer juntos’.
“Estos son aspectos que tienden a ser concordantes con las imágenes posteadas por el indiciado en la red social y que vienen a respaldar el dicho de la hija de la fallecida sobre el detonante de la muerte de su progenitora, el cual fue la finalización de la relación sentimental, producto de las agresiones, entre otras cosas más, en que vivía inmersa la víctima”, se lee en la sentencia en la cual resume ese informe del OIJ.
Hija le suplicó al asesino: ‘No lo haga, ¡recapacite!’
Como parte del proceso penal, las autoridades entrevistaron a una de las hijas mayores de Heisel, quien fue la que socorrió a su mamá cuando ya estaba muy malherida.
Ella brindó su declaración, la cual se encuentra dentro de la denuncia penal 19-000597-0062-PE, y calificó como “traumático” todo lo ocurrido ese 26 de marzo.
Según recordó, antes de que Ronny Zúñiga se apareciera por la vivienda, ella estaba con su mamá y hermanos. Debido a que la hora de almuerzo se acercaba, la mujer le pidió a la menor que fuera a la pulpería y comprara un pan.
La niña accedió y, como una prima suya vive a escasos metros, pasó por ella para que la acompañara. Cuando iban de regreso a la vivienda, un vecino las interceptó y les dijo: “Corran para que llamen a una ambulancia y vean lo que pasó”.
Hasta ese momento ella no entendía qué estaba pasando, por lo que se dirigió a su casa y, según lo resumió el juez John Tapia en la sentencia, esta fue la escena que se encontró la menor:
“Ingresó (a la casa) y observó a Rony Zúñiga sentado en la cama con un cuchillo de cocina en sus manos y estas ensangrentadas, al igual que la ropa que portaba (...). Mientras una de sus hermanas estaba de pie al lado de la pila de la cocina y la otra sentada en el sillón. Ambas estaban con la mirada fija puesta en su mamá que se encontraba sentada en el piso llena de sangre”.
Al ver lo que ocurrió, la menor se asustó, pero entendió que debía socorrer a su madre. Por ello, la levantó del suelo y la ayudó a caminar hacia afuera de la casa.
“(La niña) le decía a su mamá que corrieran y esta con dificultad lo hizo. Sus hermanitas, al verla (a la otra menor), corrieron con dirección hacia donde su abuela, mientras su mamá y ella llegaban hasta el final del corredor”, se lee en la sentencia.
No obstante, en su intento de poner a salvo a su mamá, la niña recordó que volvió a ver hacia atrás y vio a Rony Zúñiga caminar hacia ellas con el puñal en la mano.
Heisel, ante esa situación y en pro de cuidar a su hija, la soltó para que ella pudiera huir; sin embargo, la menor se quedó a su lado. El fallo agrega: “En ese momento el indiciado empujó a la mamá cayendo de costado en el corredor de la casa. La tomó del cabello y le puso el puñal cerca de la cabeza”.
La menor le suplicó a su padrastro: “No lo haga, recapacite”; no obstante, él le respondió: “No, no”.
“Ahí, su mamá le expresó al encartado: ‘Ya estoy muerta’ y, seguidamente, imploró: “Dios, perdóname por todo lo que hice”. (...). El imputado procedió a cortarle el cuello con el puñal en tres ocasiones a la agraviada, quien con dificultad (por las lesiones que ya tenía) le dijo (a la menor): ‘Corra, corra’”, se reseñó en el fallo del juez Tapia.
La niña obedeció y corrió a la casa de su abuela, la cual quedaba cerca. Ella estando ahí, sus familiares alertaron a las autoridades y, según indicó el juzgador, cuando la menor salió de esa vivienda los socorristas le dieron la noticia de que su mamá había fallecido.