Sospechoso de asesinato de niño de ocho años pasará dos meses en detención provisional

El muchacho, cuya identidad no fue revelada por tratarse de un menor de edad, es investigado por la Fiscalía Adjunta Penal Juvenil por un delito de homicidio calificado.

Su captura ocurrió el jueves 2 de marzo durante un allanamiento en el precario Barrio Nuevo, muy cerca de donde sucedió el tiroteo por una supuesta disputa entre bandas narco la madrugada del 27 de febrero.

Días después de la balacera cinco hombres fueron aprehendidos pues al parecer habrían estado involucrados, pero se les liberó horas después de que se les tomaran los datos personales y las huellas dactilares.

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Vecinos de esas barriadas concordaron en que las disputas por territorios son frecuentes en el lugar, pues grupos rivales se pelean la venta de drogas entre el río María Aguilar y La Gloria, cerca del redondel de toros. Esto expone a los lugareños, pues las balaceras ocurren muy cerca de las viviendas.

Al parecer, desde diciembre el comportamiento delictivo ha venido en aumento pero en el último mes las detonaciones se registran a diario.

Samuel Arroyo Valverde, de 8 años, fue impactado por una bala en su pecho mientras dormía. Después de recibir el proyectil, el niño fue operado de emergencia en el Hospital Calderón Guardia, y luego fue remitido al Hospital Nacional de Niños, donde lo sometieron a tres intervenciones más para tratar de salvarle la vida.

La herida le produjo lesiones serias en la arteria femoral y en su corazón, y el martes en la tarde fue declarado en muerte neurológica en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Horas después, el centro médico confirmó su deceso.

El pequeño fue enterrado el jueves pasado luego de una ceremonia en la Iglesia Monte de Dios, en Zapote y lo despidieron en medio de globos blancos y carteles. Su familia lo describió como un niño al que le encantaba jugar fútbol y correr.