El sospechoso de violar y embarazar a una niña indígena de 13 años es su padrastro, quien también habría violado a su otra hijastra, confirmó la Fiscalía ante una consulta de este medio.
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Según indicó el Ministerio Público de Bribri, se trata de un hombre de apellidos Paules Arauz, de 61 años y origen panameño.
Ese sujeto fue detenido en Panamá en enero, luego de que las autoridades de ese país detectaran el caso de la menor costarricense embarazada, quien es oriunda de Bribri, Talamanca. A él lo persiguen por el presunto delito de violación.
Inmediatamente después, alertaron al Patronato Nacional de la Infancia (PANI) para la repatriación de la víctima, la cual se concretó el 17 de enero. Actualmente, la niña de 13 años y 4 meses está en un albergue especializado.
Simultáneamente, el PANI presentó la denuncia ante el Ministerio Público para ponerlo en conocimiento de la situación y así brinde la ayuda necesaria a sus homólogos en tierras canaleras.
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Por su parte, la Fiscalía local confirmó que recibió la denuncia, la cual se acumulará en el expediente 19-000767-0597-PE.
Bajo ese sumario se investigan dos delitos de violación en contra de una persona menor, cuya edad se desconoce. El imputado es Paules Arauz y las ofendidas son sus dos hijastras.
El Ministerio Público informó: “En diciembre anterior, una de las ofendidas denunció lo que había ocurrido y, además, alertó a la Fiscalía el hecho de que el imputado habría sacado del país a su hermana”.
Proceso administrativo
Hasta enero, el Patronato desconocía de la situación de la niña de 13, cuya custodia estaba a cargo de una tía. Trascendió que su mamá se desentendió de su cuido.
Según dijo, pese a que la menor ya tenía tiempo de no vivir en Costa Rica, sus familiares no habían interpuesto denuncia alguna por la desaparición, por lo que les era imposible saber lo que ocurrió.
Sin embargo, a inicios de este año, la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Panamá alertó al PANI sobre la situación.
La menor está en el último trimestre de gestación y eso hace presumir que el hombre la embarazó cuando la menor tenía 12 años y esa situación, en Costa Rica, califica como violación.
En el Patronato descartaron que la niña tuviera algún recurso familiar para permanecer en Panamá, por lo que procedía que se devolviera a Costa Rica. El trámite se hizo vía consular.
Al llegar a Costa Rica, el Patronato se encargó de hacerle todos los chequeos médicos pertinentes, ya que, según les dijo la víctima, nunca había llevado un control prenatal. Ella y su bebé están bien de salud.
Una vez hecho eso, se colocó a la ofendida en una alternativa de protección especializada para menores embarazadas.
En paralelo, el PANI denunció el caso ante la Fiscalía de Bribri. Gladys Jiménez, actual presidenta del Patronato, indicó que el objetivo de esta denuncia es poner en conocimiento a las autoridades sobre el asunto para que, a su vez, esta se ponga en contacto con su homólogo panameño y brinden la ayuda necesaria.
“Queda investigar dónde ocurrió el delito y el objetivo es que las autoridades costarricenses estemos a disposición de colaborar en el proceso que se realizará en Panamá”, apuntó la jerarca.
Asimismo, indicó que el PANI le dará un seguimiento “exhaustivo” al proceso, sobre todo por si requieren de la participación de la niña en alguna etapa.