Una relación de amistad entre dos familias vecinas de Cóbano, en Puntarenas, fue aprovechada por un joven para abusar de tres menores a lo largo de ocho años. Las víctimas, que hoy son mayores de edad, tuvieron que esperar 17 años para que se hiciera justicia.
Por estos hechos, el pasado martes 31 de mayo el Tribunal Penal de Puntarenas dictó una condena de 23 años contra un sujeto de apellido Rodríguez por los delitos de violación, abuso sexual y relaciones sexuales con persona menor de edad.
De acuerdo con la investigación de la Fiscalía Adjunta de Puntarenas, las agresiones sexuales ocurrieron entre el 22 de agosto de 1997 y el 21 de agosto del 2005 cuando Rodríguez, oriundo de Alajuela, también era menor de edad. El imputado tiene ahora 32 años.
El Ministerio Público comprobó que entre el 2003 y el 2006, el hombre cometió otros dos delitos de abuso sexual, en perjuicio de dos niñas de la zona. Una de ellas tenía ocho años, mientras que la otra tenía 13 años. Las víctimas no tienen parentesco entre sí, informó la Fiscalía.
Mientras la sentencia adquiere firmeza, el imputado cumplirá seis meses de prisión preventiva. Rodríguez es soltero y padre de un menor de seis años, según datos del Registro Civil.
El 24 de mayo pasado en esos mismos tribunales fue condenado a 24 años de cárcel un adulto mayor de apellidos Cubero Gutiérrez, de 83 años, por violar a una nieta de su compañera sentimental.
Cubero fue hallado responsable de una violación y tres abusos sexuales en perjuicio de la menor. Los hechos ocurrieron en Aranjuez, distrito de Pitahaya, en Puntarenas, entre el 1.° de marzo del 2016 y el 7 de febrero del 2017, cuando la víctima tenía entre seis y siete años.
La mamá de la niña descubrió al abuelastro cuando intentaba cometer uno de los delitos y acudió a interponer la denuncia que cinco años después terminó con el fallo condenatorio.