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Planear y ejecutar con dos allegados la muerte de su propia madre tiene sentado en los tribunales de Puntarenas a un joven de 21 años, de apellidos Vega Mejía. El juicio se inició a las 9 a. m. de este lunes y concluirá este miércoles.
Durante la lectura de la acusación, la fiscal Maricris Soto Herrera indicó que el motivo del asesinato fue el cobro de una póliza en una funeraria, por un monto de ¢2 millones.
La Fiscalía sostiene que Vega Mejía había planeado todo y el 2 de octubre del 2020 entre las 4 p. m. y las 5:30 p. m. colaboró con dos menores de edad que fueron cómplices en el asesinato de su madre, Yelba de Los Ángeles Vega Mejía, oriunda de Nicaragua y vecina de Barranca, Puntarenas. Una vez que supo que sus hermanos no estaban, Vega facilitó a los cómplices la entrada a la vivienda.
“Facilitó a las personas menores de edad un trozo de madera, tras propinar un golpe certero en contra de la humanidad de la ofendida y de esta manera actuar en conjunto y sobre seguro, aprovechando además que la agraviada se encontraba desprevenida dentro de su vivienda y jamás imaginaría que su hijo atentaría contra su vida”, dijo la fiscal.
La representante del Ministerio Público adelantó que pedirá 30 años de cárcel para el sujeto, quien el día de los hechos dejó que sus cómplices lo ataran de pies y manos para simular que habían sido víctimas de un asalto por parte de desconocidos, con el fin de cobrar la póliza.
Para concretar su plan, el sujeto quedó en pagar ¢60.000 a cada uno de los menores que le ayudaron en el homicidio y que serán juzgados en una causa aparte pues eran menores de edad cuando perpetraron el asesinato. Los menores atacaron a la mujer con un puñal y la asfixiaron con un cable alrededor del cuello.
Entre las personas que testificaron este lunes está una hermana del imputado, de 22 años. En total participarán unas 14 personas como testigos, cuya comparecencia seguirá este martes.
Los agentes judiciales afirmaron que el hijo de Yelba les dijo que también había sido víctima del asalto, pero no presentaba ningún golpe ni daños, lo que les hizo dudar de su versión.
El 25 de noviembre del 2020 Vega Mejía fue detenido como principal sospechoso del asesinato, y ese mismo día cayeron los dos menores de 16 y 17 años, vecinos de la misma comunidad.
Yelba era madre soltera y sus hijos nacieron en Chacarita de Puntarenas, dos de ellos tienen actualmente 14 y 8 años.
Un caso similar ocurrió en febrero del 2018, cuando una mujer de 67 años fue asesinada por su hijo en Guadalupe de Cartago. Tenía al menos diez puñaladas en la espalda y otra herida profunda en el cuello. El agresor padecía de trastornos mentales y era adicto.
De igual manera ocurrió en octubre del 2016 en La Ribera de Belén, Heredia, cuando un sujeto con esquizofrenia mató a su madre, de 49 años.
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