El imputado Luis Carlos Miranda reaccionó con “indiferencia” cuando le comunicaron sobre la muerte de la doctora María Luisa Cedeño en el Hotel La Mansion Inn, afirmó este viernes la exrecepcionista y testigo Raquel Navarro.
Navarro inició su declaración la mañana de este viernes en el Tribunal Penal del Segundo Circuito Judicial de San José, en Goicoechea, y respondió preguntas de la fiscala Grettel Rosales, así como de los abogados de la familia de Cedeño, Alfonso Ruiz y Juan Marco Rivero.
La exrecepcionista indicó que ella y la exgerente de operaciones, Daniela Ceciliano, buscaron a la doctora cerca del mediodía del 20 de julio del 2020, porque ella no había ido al restaurante a desayunar. Luego, observaron sangre a través de la puerta del balcón que conectaba la habitación 3, donde se hospedó Cedeño, con la número 4. Este relato es similar a las palabras de Ceciliano, quien ya declaró en este juicio.
Una vez se supo en el hotel lo sucedido, el exdueño del hotel y también imputado, Harry Bodaan, reunió a los empleado en el lobby, incluyendo a Miranda, quien estaba haciendo un trabajo de marketing digital para el hotel. El tercer imputado por presunto homicidio calificado y violación calificada, Teodoro Herrera, también estaba en el hotel, pero se quedó en su habitación en aquel momento.
Al ser consultada por la fiscala, Navarro relató haber observado que Miranda reaccionó “indiferente” cuando le comunicaron sobre la muerte ocurrida la noche anterior.
“Si yo estaba gritando desde hace rato, ¿cómo no me había escuchado? Ni él ni Christofer (otro empleado del hotel). No le vi ninguna cara de susto ni nada digamos”, afirmó la exrecepcionista.
Además, él habría comentado que “ella (Cedeño) tomaba mucho”. La fiscala Rosales le consultó si alguien dijo algo al respecto, a lo que Navarro indicó: “Yo le dije que por qué decía eso, ya estaba enojada”, sin recordar qué respondió en aquel momento el ahora imputado.
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La mascota de Cedeño, una perra llamada Mafalda, fue llevada al baño del lobby donde intentaron alimentarla, sin embargo, ella estaba muy nerviosa como para comer o tomar agua, dijo Navarro.
“A él (Miranda) se le ocurrió la idea de traer unas galletas para perro. Él dijo que tenía unas galletas para perro y nosotras nos vimos raro, pero él no andaba ni un perro, ¿de dónde iba a traer galletas?, y estaban abiertas, a mí me dio miedo”, manifestó.
Además de estos detalles, Navarro mencionó otros comportamientos que le parecieron extraños sobre Miranda, como que esa misma mañana, antes del hallazgo, llegara a pedirle a ella una taza de café aunque había dispensador de agua y café en el lobby. Según ella, el hombre lucía pálido.
Conforme avanzaba la mañana, Navarro y Ceciliano se sentían extrañadas de que Cedeño no llegaba a desayunar, por lo que consideraron que quizás estaba en la playa, de donde la habían visto llegar el día antes con Miranda. Debido a esto, Navarro lo llamó al cuarto para preguntarle si él había ido a la playa.
“Llamé a Luis Carlos a la habitación y le dije: ‘hola Luis, disculpe, soy Raquel, ¿de casualidad usted fue a la playa hoy? Me dice: ‘¿no, por qué? ¿Pasó algo?’”.
“Para mí esa palabra retumba, ¿qué va a pasar? ¿Qué pudo haber pasado? Fue lo que pensé, en ese momento no pensé mucho y si me tomé el atrevimiento fue por haberlo visto con ella. A mí no me gustaba eso, ¿por qué tiene que estar intimando con los huéspedes?”, dijo Navarro a los jueces.
El juicio se reanudará este martes, con el interrogatorio a Navarro por parte de los abogados defensores.