Luis Enrique Morales, un vecino de Batán, Limón, fue condenado a 21 años de prisión por cometer delitos relacionados con la difusión de pornografía infantil, abuso sexual y violación en perjuicio de su sobrina menor de edad.
La Fiscalía de Batán demostró que el primer hecho se registró en marzo del 2021, en San Miguel, Matina, cuando la víctima tenía 10 años y recibió por parte de su tío varios mensajes de texto con contenido sexual.
LEA MÁS: Dos menores de 14 y 15 años estarían implicados en abuso sexual a compañera
En abril de ese mismo año, el sujeto envió imágenes sexuales a sus sobrina por medio de redes sociales, días después aprovechó que estaba solo con la niña y la abusó sexualmente.
Finalmente, en junio del 2021, mientras el sujeto también se encontraba solo con la menor, cometió la violación que destaparía todos los abusos anteriores, pues, según las indagaciones, luego de la agresión la menor comentó a su madre todo lo que ocurrió y denunció el caso a las autoridades.
La sentencia del tribunal penal se dio a conocer el 30 de setiembre anterior y, mientras queda en firme, el imputado permanecerá seis meses en prisión preventiva.
De acuerdo con el artículo 156 del Código Penal: “Será sancionado con pena de prisión de diez a dieciséis años, quien se haga acceder o tenga acceso carnal por vía oral, anal o vaginal, con una persona de uno u otro sexo, en los siguientes casos: Cuando la víctima sea menor de trece años. Cuando se aproveche de la vulnerabilidad de la víctima o esta se encuentre incapacitada para resistir. Cuando se use la violencia corporal o intimidación”.
Asimismo, el artículo 161 establece que quienes de manera abusiva realicen actos con fines sexuales contra una persona menor de edad o incapaz.

Apenas en agosto pasado, un hombre de apellidos Gutiérrez Fernández fue condenado por el Tribunal Penal de Goicoechea a 45 años de prisión por violar a su hijastra menor de edad durante siete años. Las agresiones sexuales ocurrieron del 2007 al 2014, cuando la menor tenía entre ocho y 15 años; los delitos ocurrieron en las casas donde vivían la víctima y el imputado en ese período, en Moravia y Atenas.
En total, Gutiérrez recibió 15 años de cárcel por cada uno de los 21 delitos de violación calificada que se achacaron en su contra, para un total de 315 años; sin embargo, la pena final se adecuó a 45 años por las reglas del concurso material.