El Tribunal Penal de Santa Cruz, condenó a 35 años y ocho meses de prisión a Esteban Rovira Vargas, único sospechoso del feminicidio de su esposa, María Fernanda Quesada Gutiérrez, ocurrido en marzo de 2022 en Garita Nueva de Tamarindo, Santa Cruz, provincia de Guanacaste.
Los jueces manifestaron esta martes por la tarde, durante la lectura del por tanto, que la prueba aportada por el Ministerio Público permitió acreditar que el acusado se abalanzó contra la ofendida, de 28 años, y la atacó con un cuchillo en la cabeza y el dorso de su cuerpo, ocasionándole 10 heridas con arma blanca.
Originalmente, la Fiscalía Adjunta de Santa Cruz había solicitado 37 años de prisión contra Rovira, de esos 35 años eran por un delito de feminicidio y dos años más por incumplimiento de medidas de protección que la víctima había solicitado con antelación, por violencia doméstica.
De acuerdo con la pieza acusatoria, Rovira Vargas llegó a la casa de María Fernanda el jueves 3 de marzo por la noche y fue allí donde la atacó y la mató. Al momento de los hechos, contra el hombre existían dos causas, una por violencia doméstica y otra por incumplimiento de medidas de protección.
Por estas razones, el Juzgado de Familia de Santa Cruz había dictado medidas de protección en favor de María Fernanda desde diciembre de 2021, tres meses antes del crimen.
Poco después del asesinato, el sospechoso, en aquel momento de 40 años, intentó escapar, pero fue detenido por oficiales de la Fuerza Pública cuando conducía su vehículo por San Pedro de Santa Cruz, a 26 kilómetros de distancia de donde se registró el crimen.
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En declaraciones a La Teja, Mauricio Quesada, padre de la víctima, dijo que esperaban la pena máxima para el sujeto. “Nosotros como familia esperamos la pena máxima, no esperamos otra cosa, que le den 35 años por el feminicidio y dos años por la portación de arma no permitida, esperamos mano dura contra este sujeto”, comentó antes de conocer lo resuelto por los jueces.
En tanto, Javier Campos, el abogado defensor del acusado, alegó durante el debate que su cliente actuó en legítima defensa y su intención no era atacar a Quesada.
“Ahí no hubo ninguna legítima defensa, durante el proceso se demostró, el Ministerio Público y la parte querellante demostraron que él actuó con dolo y sin ningún motivo, no se puede explicar cómo una persona diga que es legítima defensa, cuando le propinó siete puñaladas por la espalda”, contrastó Quesada.
María Fernanda Quesada Gutiérrez, quien era oriunda de Tilarán, Guanacaste, y madre de dos niños de dos y nueve años, estaba casada con Rovira desde el 6 de abril de 2019. El menor de sus hijos era fruto de la relación entre ambos.
La Fiscalía precisó que mientras la sentencia de este martes queda en firme, el hombre permanecerá en prisión preventiva.