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El Tribunal de Apelación Especializado en Delincuencia Organizada anuló la absolutoria dictada en favor del sospechoso de acabar con la vida de María Tacsan Ulate y ordenó realizar un nuevo juicio.
La resolución obligará al médico Carlos Andrés Pérez Hernández, esposo de la fallecida, a volver a los tribunales.
Péréz Hernández, quien tiene una especialidad en radiología, había sido absuelto el pasado 22 de marzo por el Tribunal Penal de Heredia del delito de feminicidio.
En aquella ocasión, los jueces Siany Mata, Juan Carlos Morales y Guillermo Ampié consideraron que el acusado, bajo el principio “in dubio pro reo,” no podía ser responsabilizado del asesinato.
No obstante, en una resolución comunicada este miércoles el Tribunal de Apelación señala que la anulación de la absolutoria se da por “falta de fundamentación intelectiva” por parte del Tribunal de Heredia.
“Se abarcan los temas de valoración de prueba indiciaria, la distinción entre la figura del perito y el testigo calificado, así como la valoración de la prueba con perspectiva de género”, señaló la Corte mediante un comunicado.
Federico Campos, abogado de la familia Tacsan, manifestó su satisfacción por la anulación de la sentencia en favor de Pérez Hernández.
“Estamos sumamente complacidos con lo dispuesto por el Tribunal de Apelación de Sentencia anulando una sentencia absolutoria que estaba cargada de errores de fundamentación.
“Ordenar un nuevo juicio significa enderezar el rumbo de la justicia. Confiamos plenamente que en el nuevo debate toparemos con un tribunal que valorará correctamente los hechos y las evidencias”, señaló el jurista.
Campos sostuvo que se trata de un caso complejo con aristas muy técnicas y que la experiencia de los jueces es importante “ya que está de por medio la credibilidad del sistema judicial costarricense”.
La muerte de Tacsan, de 40 años, ocurrió en setiembre de 2020 en la casa que habitaban ella y su esposo en San Rafael de Heredia.
Conforme la acusación de la Fiscalía, Pérez Hernández habría diseñado un plan para acabar con la vida de su cónyuge y simular que su muerte habría sido producto de un suicidio.
Al parecer, el hombre habría disparado y herido de arma blanca a la mujer, y también le habría suministrado una dosis tóxica de lidocaína para inmovilizarla.
“El disparo que presentaba la afectada se realizó luego de la intoxicación por este medicamento y las lesiones punzocortantes y cortantes ubicadas en el cuerpo de la agraviada se produjeron en una fase agónica o post mortem.
“Con lo cual se determina, sin ninguna duda, que la ofendida no pudo autoinflingirse un disparo o inclusive las heridas de arma blanca”, expone la pieza acusatoria divulgada en marzo del 2022.
Por ahora, no hay fecha señalada para la reapertura de este contradictorio.
