El Tribunal de Juicio de Alajuela prohibió a la prensa que se publiquen fotos “de ninguna parte del cuerpo” de la madre y el padrastro que son juzgados como sospechosos de matar a golpes a una niña de cuatro años, hecho que ocurrió en enero del 2020 dentro de una vivienda en Tuetal Sur, Alajuela. La medida la tomaron los jueces, luego de que los defensores alegaron que existen amenazas de otros privados de libertad para golpearlos, como una forma de venganza por el delito que les atribuyen.
Precisamente, cuando detuvieron al padrastro, un hombre de apellidos Herrera Ayala, de 20 años, en enero del 2020, fue agredido en celdas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Esa golpiza obligó a los custodios a trasladarlo a un aposento aparte y a mantenerlo aislado por varios días. El presidente del tribunal Geovanny Hernández advirtió a la prensa que en caso de no acatar esta disposición, los interesados podrían acusarlos del delito de desobediencia.
Esta situación se presentó este miércoles cuando estaba por iniciar el juicio en el cual se juzga a Herrera y a una la mujer, apellidada Mejías Vargas, de 36 años, por el asesinato a golpes de la niña de cuatro años, hija de Mejías y donde Herrera es el padrastro. El debate estaba previsto para comenzar el martes pero debido a la saturación de las celdas judiciales, surgieron problemas para ubicar en un lugar seguro a los implicados.
Hasta este miércoles fue que se logró llevar a los tribunales a los sospechosos, pero debido a que el defensor de Herrera alegó que estaba recién nombrado y debía hablar con su representado para planear la estrategia de defensa, el tribunal decidió postergar para este jueves a las 8:30 a. m. el arranque formal del debate.
El homicidio de la niña trascendió el 16 de enero del 2020 cuando una autopsia reveló que la menor, hallada muerta el día anterior, murió por causa homicida. Tenía “múltiples golpes y lesiones en prácticamente todo el cuerpo, algunas recientes, otras antiguas y de distinta dimensión”.
Wálter Espinoza, director de la Policía Judicial, dijo en aquella ocasión: “De manera categórica y absoluta, la manera de muerte es compatible con el síndrome de niño agredido. Se detectaron fuertes lesiones y laceraciones en hígado y corazón que provocaron una hemorragia interna y el fallecimiento”.
La madre tiene otros tres hijos, todos menores de edad. El más pequeño, de un año y un mes, es hijo del acusado Herrera.
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