Fotografías de personas desconocidas que se encuentran heridas o mutiladas son utilizadas por estafadores para amenazar a terceros que venden bienes por Internet.
La Sección de Delitos Varios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detalló que esta práctica ilegal ha sido constante durante este 2021, por lo que recomiendan que al comercializar algún artículo por redes sociales u otras plataformas digitales los interesados brinden la menor cantidad de datos personales.
Según las autoridades, lo primero que hacen estos delincuentes es contactar a sus potenciales víctimas, haciéndoles creer que les interesa un producto. Posteriormente, entablan una conversación y en cuestión de horas indican que enviarán a un mensajero por la mercadería.
Cuando este llega al sitio, se encuentra con el vendedor, a quien el estafador le hace llegar un comprobante falso del pago. Sin embargo, cuando la víctima se niega a entregar el bien al no ver el dinero en su cuenta, es cuando comienzan las amenazas.
Daylon Umaña Guzmán, oficial de investigación de Delitos Varios en la Policía Judicial, detalló que el principal problema es que, en medio de la negociación, el malhechor tuvo acceso a datos de la víctima, ya sea por los perfiles de redes sociales o porque se entabló un vínculo de confianza y se intercambiaron datos sensibles, tanto personales como familiares.
“Cuando la persona ofendida verifica sus cuentas bancarias y ve que no existe ningún depósito al momento de cerrar la venta del artículo, se lo indica al sospechoso y como no hace la entrega, empieza recibir una serie de amenazas con fotografías personales o de su familia.
“Posteriormente, les comparten fotos de terceras personas heridas y mutiladas para asustar y esto hace que la víctima se vuelva vulnerable”, explicó Umaña.
En este caso, recomienda el investigador, lo ideal es cortar todo tipo de comunicación con el sospechoso y de inmediato acudir al OIJ a denunciar.
Hasta ahora en ninguno de los 159 casos denunciados (de enero a julio de este año) se ha escalado a una agresión, pero la Policía Judicial cree que es importante que los vendedores nunca citen a sus potenciales compradores en su vivienda o lugar de trabajo.
Umaña mencionó que lo ideal es citar al interesado en un sitio público y que en caso de que este rechace esa posibilidad o la descarte, se comience a desconfiar.
El investigador detalló que hasta ahora no han detectado que los mensajeros estén vinculados con el delito, ya que estos son enviados a recoger el producto para trasladarlo a otro sitio. No obstante, dijo que han tenido conocimiento que al final del viaje ellos reportan actitudes sospechosas, por lo que les sugiere que en estos casos cancelen el viaje para no exponerse.
Mes | Denuncias recibidas |
---|---|
Enero | 16 |
Febrero | 14 |
Marzo | 36 |
Abril | 21 |
Mayo | 18 |
Junio | 35 |
Julio | 19 |
Modalidades en aumento
Por otra parte, el OIJ también reveló que en el 2021 han registrado un aumento considerable en las estafas mediante el timo del comprobante falso o la venta falsa.
En el primero el timador envía una imagen que le hace creer al interesado que ya le pagaron el bien que está vendiendo. En el segundo, el timador es quien vende, pide un adelanto por el producto y luego de que la víctima paga, desaparece.
Yorkssan Carvajal Aguilar, jefe de la Sección de Fraudes de ese cuerpo policial, detalló que en los primeros siete meses del año se registraron solo en San José 323 denuncias por el primer ilícito y 177 por el segundo. En ambas el perjuicio económico es millonario, ya que alcanza entre las dos ¢110 millones.
Carvajal recomienda verificar siempre el estado de cuenta directamente y no guiarse por el comprobante, ya que estos sujetos cuentan con plantillas de todos los bancos públicos y estatales en las que solo modifican los datos para enviar el documento.
“Ellos ya tienen las plantillas, entonces es muy rápido. Lo hacen con transferencias, Sinpe móvil y hasta cheques. Sin embargo, nadie quiere perder un bien y no recibir el dinero que se pedía a cambio, por ello hay que revisar directamente en la cuenta y no aceptar la llamada con un funcionario bancario si el presunto interesado lo ofrece, ya que este es parte del movimiento delictivo e incluso puede hacerlo ingresar a un sitio falso para obtener datos bancarios sensibles y saquear la cuenta, por lo que puede ocurrir una doble estafa”, explicó el jefe judicial.
Agregó que lejos de necesitar un experto, los estafadores, que en la mayoría de casos operan desde prisión, descargan una aplicación, mediante la cual realizan las modificaciones necesarias en los comprobantes.
Destacó que para detectar a personas dedicadas a las estafas puede tomarse como parámetro que, regularmente, no ponen trabas para pagar el monto que se pide, se interesan poco en el producto y suelen tener excusas para enviar a una tercera persona por el producto.
La otra modalidad que mencionó es la venta falsa, donde supuestamente una persona promociona algún artículo, especialmente celulares, y pide un adelanto de dinero antes de desaparecer.
Carvajal detalló que cuando se va a comprar en línea se debe revisar la antigüedad de la página o perfil, revisar comentarios e incluso buscar datos en Internet.
Asimismo, destacó que no debe confundirse con el incumplimiento de acuerdos contractuales, que estos suelen ocurrir cuando las empresas físicas no cumplen con los plazos de entrega.
Timos preocupantes
Carvajal también dijo que se registran datos considerables de estafas mediante los timos de falso empleador o falsos préstamos.
El falso empleador es un timo que ocurre cuando una persona anda buscando trabajo y encuentra en redes sociales una oferta de una empresa de renombre que llama su atención. En estos casos, el principal error es no revisar las páginas oficiales de las compañías, donde suelen detallar los puestos disponibles.
“Luego de enviar el currículum, a las potenciales víctimas las contacta un falso empleador, quien es muy amable, con un buen léxico y les hace una entrevista laboral.
“Además, les hace creer que ya son parte de la empresa y les da una atractiva oferta salarial con lo que la persona cree que ya tiene un trabajo.
“Posteriormente, le dicen que para gestionar el tema de pagos debe de ingresar la firma digital o actualizar los datos bancarios y como ya tienen el correo le envían un link falso que redirige a una página falsa, similar a la de las entidades correspondientes. Ahí van pidiendo una serie de datos y, mientras la persona va metiendo contraseñas y otros datos, hay alguien más utilizándolos para sacar el dinero que haya en la cuenta”, precisó Carvajal.
Agregó que los delincuentes hacen pagos y movimientos de todo tipo, por lo que lamentablemente la víctima termina sin trabajo y sin el poco dinero que tenía en sus cuentas.
Finalmente, la estafa del falso préstamo consiste en ofrecer dinero por Internet sin trabas. En estos casos, los hampones piden montos económicos por trámites de formalización y, al final, la víctima no obtiene el préstamo y pierde dinero.