La guerra narco entre las bandas del Diablo y Pechuga mantiene en vilo a los vecinos de Sarapiquí de Heredia; a Pococí, Guácimo y Siquirres de Limón, según dijo el ministro de Seguridad, Michael Soto, al tiempo en el que señaló que los últimos crímenes ocurridos en esas zonas son provocados por ese enfrentamiento. A raíz de eso, Soto informó de que intervendrán esa región del país. No ahondó en cómo sería ni por cuánto tiempo se realizaría dicha intervención, solo dijo que participarán casi todas las policías.
El jerarca explicó que Alejandro Arias Monge, conocido como Diablo, y otro sujeto, de apellidos Moreno Borbón, alias Pechuga, están enfrascados en una seria disputa por territorios para la venta de narcotráfico. Insistió en que la forma en cómo demuestran su poderío es brutal y hasta desmedido ya que, dijo, entre las víctimas hay personas decapitadas y calcinadas.
Inclusive, señaló, miembros de estas organizaciones criminales ponen el precio de la cabeza de sus rivales en redes sociales, en donde ofrecen entre ¢500.000 y ¢800.000. Lo más lamentable para Soto es que en estas guerras, generalmente, participan personas jóvenes, que “piensan que encontraron el camino o ruta de su vida en el narcotráfico”.
Agregó: “Es una situación que nos parece absurda, tonta (...) Pero, en vista de ello, decidimos empezar en conjunto alguna operación policial para evitar estas acciones y tratar de retomar la calma, principalmente, para los vecinos”, dijo el ministro.
Rencillas muy viejas
Antes de entrar en detalle con relación al enfrentamiento, se debe indicar que Diablo es uno de los sujetos más buscados de las autoridades desde el 2019, ya que se le describe como violento, peligroso y se le asocia con homicidios, amenazas, narcotráfico, el robo de un remesero y de cabezas de ganado, entre otros delitos. Por su parte, Moreno fue calificado como líder de otra banda narco, que también se dedicaba a cometer robos.
Partiendo de ese hecho, el pleito entre esos líderes, quienes son oriundos de Cariari de Pococí, no es un asunto nuevo. Según un recuento hecho por este diario en febrero del 2021, los problemas vienen de muchos años atrás. Inclusive se sabe que la enemistad es sentimental pues ambos fueron novios de una misma mujer, de 26 años, que hoy es la compañera de Arias.
En el 2019, se presume que, como parte de esta disputa, hubo un atentado a la familia de Moreno cuando ingresaba al residencial Montecillos, en La Garita de Alajuela. Aquella noche, dos individuos que salieron de un matorral dispararon en múltiples ocasiones contra el vehículo. En el ataque dos hijas de Moreno resultaron heridas. Una de 11 años tenía un roce de bala en la cabeza y otra de 9 recibió dos disparos en el tórax y tuvo que ser llevada al Hospital Nacional de Niños. Moreno sufrió un roce de bala en la cabeza.
En aquel momento Wálter Espinoza dijo que el móvil del ataque no estaba claro y que la familia se dedicaba a actividades comerciales y tenía siete meses de vivir en La Garita, pues antes residían en Pococí. “El ataque fue repentino, en el sitio recolectamos una innumerable cantidad de casquillos, más de 20 o 30, de pistolas nueve milímetros”, agregó.
Luego de esto, entre octubre y noviembre del 2019 se dieron cuatro homicidios, dos en el bar Juankas en La Rita (en una ocasión Moreno estaba como cliente y salió ileso) y otros dos en Toro Amarillo de Guápiles, que se sospecha provienen de la disputa entre ambos hombres.
Esa pelea se pausó por un tiempo, ya que Pechuga supuestamente salió del país el 31 de diciembre del 2019. Sin embargo, en una fecha no determinada, regresó y la sangrienta guerra se reactivó.