La última vez que Xinia Abarca vio a su hijo Jorge Humberto Barboza con vida fue el jueves pasado en su casa, en el proyecto La Zamora, en Santo Domingo de Heredia, horas antes de que Jorge y su primo Carlos Alberto Barboza, fueran asesinados dentro de un bar en el centro de esa provincia.
Aquella noche del 6 de febrero, Jorge llegó a su casa después de un largo día de trabajo. Conducía un pequeño camión, pues se dedicaba a hacer fletes y otros encargos. Estaba agotado. Al llegar a su casa, le pidió a su madre que le preparara la cena. Sin saberlo, ese sería el último plato que le serviría.
“Ese día llegó muy cansado y me pidió que le hiciera de cenar. Yo le hice la comida y entonces a las 8:40 p. m. se fue y me dijo: ‘me voy, voy a ir a descansar y a ver qué hago’”, relata la madre.
Poco después, Jorge se encontró con su primo Carlos Alberto, con quien decidió “salir a relajarse un rato”. Horas más tarde, ambos entrarían al bar Dude’s, en el centro de Heredia, de donde nunca más saldrían.
El viernes, Xinia no se alarmó al no recibir noticias de su hijo. Jorge vivía en otro lugar y era común que pasara el día fuera. Pero el sábado la angustia se intensificó cuando la madre de Carlos Alberto llegó a buscarlo, pues tampoco sabían de su paradero.
“Él tenía que trabajar y no había ido. Estaba muy preocupada”, recuerda. Desde ese momento, la búsqueda comenzó.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) recibió la denuncia e inició la búsqueda hasta dar con que los jóvenes estuvieron involucrados en una riña dentro del bar. La incertidumbre de su paradero se resolvió cuando los primos fueron encontrados enterrados en una fosa dentro del mismo establecimiento.
La brutalidad del crimen dejó a ambas familias sumidas en el dolor y con muchas preguntas respecto a qué ocurrió.
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“Aún no sabemos cómo o por qué me los mataron. Porque eso fue mucha violencia, lo de mi hijo es muy doloroso”, lamenta Xinia.
Desde que se descubrió el crimen, esta madre asegura que no ha tenido paz.
“No he dormido nada. Anoche, desde que nos dimos cuenta, estuvimos en el bar hasta hoy (miércoles para los lectores) a las 8 de la mañana. Llegamos a la casa, nos bañamos y aún estamos haciendo vueltas para que venga la funeraria y retirar los cuerpos de la Morgue”, dijo Xinia un par de horas antes de velar a su hijo.
Las autoridades detuvieron a cuatro personas como sospechosas del crimen. Los aprehendidos son:
- Un hombre de 22 años, de apellido Guzmán.
- Otro hombre de 19 años, de apellido Palacios.
- Un hombre de 23 años, de apellido Bonilla.
- Una mujer de 26 años, de apellido Gutiérrez.
Todos fueron detenidos dentro del bar durante el allanamiento este martes y permanecen a la espera de una audiencia para que determinen su situación judicial.
Vecinos consternados
La Nación llegó al barrio proyecto La Zamora, en Santo Domingo de Heredia, para conversar con algunos vecinos de esa comunidad. Vecinas que estaban este miércoles en la zona se mostraron consternadas por el crimen, pero prefirieron remitir consultas a la familia del fallecido.
La casa, de una planta y con portones negros y cámaras de vigilancia, estaba completamente cerrada.
Mónica Sanabria, vecina de Jorge desde hace 11 años, lo describió como un hombre amable y tranquilo, muy cercano a su familia. Según relató, le gustaba divertirse como cualquier joven y solía pasar a saludar a los residentes. Cuando coincidían, conversaban sobre temas de salud y otros asuntos.