
Luego de 40 años en la Corte Suprema de Justicia, Jesús Ramírez Quirós dejará su cargo como magistrado de la Sala Tercera, el 14 de marzo.
Ramírez, de 82 años, anunció su decisión en la sesión de Corte Plena del 10 de febrero, por lo que la Asamblea Legislativa deberá iniciar el proceso para reemplazarlo.
El magistrado inició su carrera como conserje en el Juzgado del Segundo Civil de San José, en 1962.
Según una breve biografía en la página del Poder Judicial, Ramírez Quirós también fue escribiente, alcalde civil, penal y de trabajo, y secretario de la Sala Primera Penal.
Empezó a laborar como juez en 1977 y fue nombrado en la Corte Suprema en 1985.
Desde entonces, enfrentó varios cuestionamientos. Incluso, en 1993 estuvo cerca de que los diputados negaran la renovación de su nombramiento de ocho años pues recibió 37 votos en contra; quedó a uno de los 38 necesarios para ratificar su salida de la Corte. Esto debido a un informe legislativo de 1988 que recomendó no renovarlo.
Dicho informe, emitido por una comisión sobre narcotráfico, aseguró que Ramírez había protegido a un exjefe de Investigación Criminal del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Ricardo Umaña, quien fue investigado en sedes judicial y legislativa por su amistad cercana con el narcotraficante argentino Roberto Fionna.
En enero de 1989, el magistrado alegó desconocer la relación entre Umaña y Fionna, además de alegar que rechazaba todas las acusaciones sobre supuesto favorecimiento al exjefe del OIJ.
Ligado a la polémica
En el 2001, Ramírez recibió 29 votos negativos en el Congreso, y en el 2009, fue reelegido de forma automática por el silencio de los diputados.
Su última reelección fue en marzo del 2017, cuando 28 diputados votaron a favor y 22 en contra de su continuidad.
Al año siguiente, la Corte lo suspendió por dos meses luego de que se determinó que él, junto con otros cuatro magistrados de la Sala Tercera (Doris Arias Madrigal, Carlos Chinchilla Sandí, María Elena Gómez Cortés y Celso Gamboa Sánchez), desestimaron, en febrero del 2017, una causa por supuesto tráfico de influencias contra el entonces diputado Víctor Morales Zapata y Otto Guevara Guth. La causa estaba relacionada con el empresario del cemento chino, Juan Carlos Bolaños.
Ramírez también fue presidente interino de la Sala Tercera del 2018 a enero del 2020, cuando fue electo a ese cargo en propiedad.
No obstante, en junio del 2020 renunció a esa presidencia tres días después de una polémica audiencia que él dirigió, en la que el máximo tribunal penal del país declaró primero sin lugar y luego inadmisibles dos recursos de los abogados del entonces presidente Carlos Alvarado en el caso de la UPAD, sin haber escuchado los alegatos de la defensa y los de la Fiscalía General.