El ministro de Seguridad Pública, Fernando Berrocal, denunció ayer un cuantioso faltante de armas, explosivos y municiones del arsenal nacional.
El viernes anterior, una auditoría interna confirmó la pérdida, que el alto funcionario calificó como "delicada y seria".
Berrocal acudió ayer a la Fiscalía, en San José, para presentar la denuncia. Dejó entrever la existencia de sospechas de que algunas armas y municiones pueden haber sido sacadas del país por medio del tráfico ilegal.
La denuncia se basa en dos informes oficiales: uno que se concluyó el 23 de mayo -suscrito por el actual director general de Armamento, William Hidalgo-, y el oficio ASP 01-41, fechado el 18 de mayo.
Este último lo elaboró el auditor interno del Ministerio de Seguridad Pública, Juan de Dios Araya Navarro.
Antes de asumir su puesto, dijo Berrocal, las autoridades de esa cartera le entregaron "de forma documentada, la situación del arsenal nacional". Agregó: "Yo dije que no podía recibir -los papeles- como si fueran una realidad, que era necesario efectuar una auditoría".
En una carta que entregó ayer a la Fiscalía, el Ministro destacó que el material desaparecido es "de muy alto riesgo y (gran) valor económico para el país".
Además, se mostró impactado por la cantidad de municiones perdidas (no dio cifras, por respeto al secreto de Estado).
El Ministro opinó que ese material no tiene mercado en el país y que se inclina por creer que se ha vendido en el exterior.
El fiscal general, Francisco Dall'Anese, anunció que el caso quedó en manos de la Fiscalía de Delitos Económicos.
La denuncia se presentó el mismo día cuando se supo de un cuantioso robo de armas en la delegación policial de Guácimo, Limón.
Inventario. Por su parte, el anterior ministro de Seguridad, Rogelio Ramos, indicó que desde julio del 2005 -ante una recomendación de la auditoría interna del Ministerio- ordenó un inventario de las 50.000 armas en custodia en el arsenal.
"Durante el proceso se encontraron inconsistencias entre los datos y la verificación física de su existencia. Ahí se detectó un faltante. Esa información la llevé en diciembre y en mayo a los fiscales de Delitos Económicos", afirmó.
En esa oportunidad, se conoció la pérdida de 20 armas del Estado, 10 que estaban en el arsenal nacional y unas 70 de desecho.
Según Ramos, no quedó convencido con los informes que sus subalternos le suministraron en relación con las municiones pues los números cerraron exactos; es decir, no se perdió ninguna bala.
"Me pareció extraño que calzara exacto, pues en tantas entradas y salidas de munición es posible que se pierdan algunas. Tenía sospechas de que la información que me suministraron estuviera alterada", puntualizó el exministro.
Desde 1998. De acuerdo con el auditor Juan de Dios Araya, el último análisis que incluyó una revisión física de los bienes data de 1998, cuando la entonces ministra de Seguridad Pública, Laura Chinchilla, cedió el mando a su sucesor, Juan Rafael Lizano.
"Después de eso hubo arqueos y revisiones que se incluyeron en los registros históricos del arsenal sin que se comprobara la existencia física", explicó Araya.
El arsenal nacional no solo resguarda las armas del Ministerio de Seguridad Pública, sino también las de la Policía Penitenciaria (Ministerio de Justicia) y la Policía del Tránsito, así como el armamento decomisado a particulares.