San Isidro de El General. Un particular encontró en un lote baldío, cerca del río San Isidro, los restos de Raquel Adriana Cordero Espinoza, una joven de 20 años a quien golpearon en la cabeza, en lo que aparenta ser un ataque sexual.
La víctima, cuyo cadáver se hallaba en estado de descomposición, presentaba una herida de cinco centímetros en la parte posterior de la cabeza. Además, estaba semidesnuda.
En el sitio los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) hallaron varias piedras.
A Cordero la identificaron por un tatuaje, la vestimenta y sus características físicas.
Aun así, los investigadores levantaron huellas para compararlas con las de una ficha policial por un asalto.
La joven yacía en un lote –detrás de los tribunales de justicia–, sitio frecuentado por consumidores de drogas. De hecho, Cordero arrastraba problemas de adicción al alcohol, según contó ayer su padre, Adrián Cordero.
“Se recuperaba (la joven) en un centro de rehabilitación. Hace días que no sabía nada de ella”, declaró su progenitor. De acuerdo con la Fuerza Pública, la joven tendría al menos 48 horas de fallecida.
La encontraron el lunes pasadas a las 10 de la mañana.
Fuera de casa. Raquel Cordero vivía con varias amigas en Brasilia de San Isidro de El General.
Era madre de una hija (tiene un año) cuyo cuido corre por cuenta de los abuelos. Algunos vecinos dijeron que la muchacha andaba en las calles desde los 12 años.
Los lugareños la recordaron como una joven “muy aparte, que no se relacionaba con nadie”.
Fue vista por última vez la tarde del sábado. Las autoridades judiciales se encuentran a la espera de la autopsia para determinar la causa de muerte.
La joven se casó hace dos años, pero no vivía con su pareja.