Una mujer liberiana denunció a una doctora especialista en cirugía plástica por, presuntamente, deformarle el abdomen en una operación para eliminar una cicatriz de cesárea.
La acción judicial la presentó la víctima Janeth Moreno Alaniz, de 40 años, el pasado 21 de marzo en la Fiscalía Adjunta de Liberia, Guanacaste.
Lilliana Zamora Velásquez, fiscala adjunta de Liberia, manifestó que, como parte de las investigaciones, el viernes anterior fueron allanadas las clínicas donde labora la denunciada, que se ubican en Liberia y en La Sabana, San José.
“Lo que hace el Ministerio Público es decomisar el expediente clínico y remitirlo a la Medicina Forense, para tratar de determinar si hay alguna relación causa-efecto con el tratamiento médico aplicado y la consecuencia reportada”, explicó.
Agregó que aún no hay una persona imputada, y eso se daría si la Medicatura Forense determina que hubo negligencia médica.
Caso. Janeth Moreno dijo que este caso se originó en enero pasado, cuando se sometió a un procedimiento médico para “eliminar una cicatriz producto de una cesárea, la cual me molestaba verla porque era muy fea y debajo del ombligo tenía otra cicatriz que era como una pelotita de agua”.
Agregó que el 12 de enero, en cita con la doctora, esta le dijo que había que cortar la piel y al final iba a quedar una cicatriz que se taparía con el biquini y no se iba a ver.
Moreno agregó que la operación, una abdominoplastia (procedimiento para eliminar exceso de piel o grasa), le costó $4.800, más los gastos de medicamentos y exámenes. “Según la doctora, la recuperación sería como de 22 días”, dijo.
La denunciante señaló que la cirugía se efectuó el sábado 26 de enero en la Clínica Laser, en barrio El Capulín, en Liberia. Precisó que tras salir de la clínica se empezó a sentir mal y el lunes 28 de enero, cuando se bañó, vio que “salieron bombitas, que eran como unas llagas debajo del ombligo”. Añadió que cuando le consultó por teléfono a la doctora, esta le dijo que era normal y que “se secaban solas”.
Janeth Moreno dijo que cuando le quitaron los hilos, el “pellejo se desprendió “ y empezó a salir agua y toda la piel se empezó a poner negra.
Debido a la complicación, la especialista que la operó la revisó en su consultorio, en La Sabana, y de inmediato la remitió a la Clínica Bíblica para someterla a un tratamiento en la piel, el cual resultó infructuoso, y desde entonces no ha podido trabajar.
Según la denunciante, la médica le dio, luego de una revisión, un cheque por $1.000 para persuadirla o calmarla, pero, con el asesoramiento del abogado Cristhian Arguedas Arguedas, decidió interponer la denuncia ante la Fiscalía.
Descargo. El abogado Julián Solano Porras, representante legal de la Unión Médica Nacional y de la doctora denunciada, dijo que antes de hablar de malpraxis, se debe esperar el pronunciamiento de Medicina Legal del Poder Judicial.
“La cirugía plástica reconstructiva es un procedimiento muy riesgoso; por eso es que las pacientes, como en este caso, se ponen a firmar un consentimiento informado sobre las posibilidades del resultado”, agregó.
Solano manifestó que no siempre se puede garantizar un resultado positivo. “A veces la reacción del cuerpo a procesos infecciosos o que no cicatrizan bien están descritos en la literatura mundial como complicaciones propias de los procedimientos”, concluyó el abogado.