Los cuerpos de dos hermanos muertos en el fallido asalto a la agencia del Banco Nacional de Monteverde, Puntarenas, no han sido retirados de la Morgue Judicial, ubicada en San Joaquín de Flores, Heredia.
Santos Cruz Martínez y Santos Hurtado Martínez, de origen nicaragüense, murieron a balazos el martes 8 de febrero cuando, en compañía de su hermano menor, Erlyn Hurtado, intentaron asaltar la agencia bancaria.
El ataque se transformó en una toma de rehenes protagonizada por Erlyn, la cual terminó 28 horas después con un saldo de nueve muertos y 17 heridos.
De acuerdo con las normas del Poder Judicial, las autoridades forenses dan un tiempo de espera prudencial para que familiares o allegados reclamen los restos.
Si no se presenta ningún reclamo de los cadáveres, entonces las autoridades les dan sepultura en un sepelio colectivo.
Santos Cruz y Santos Hurtado son hijos de Albertina Martínez Rivera, una mujer de 65 años de edad quien no sabe leer ni escribir. Ella vive en La Ñoca, Nicaragua, poblado a unos cinco kilómetros del limítrofe río San Juan.
En una entrevista con este diario el pasado miércoles, doña Albertina se mostró preocupada al no saber si sus hijos ya habían sido sepultados.
Expresó que se sentía " la mujer más desgraciada del mundo" al conocer el caso de Monteverde, la muerte de sus dos hijos, y que uno de ellos estaba preso.
Asimismo, clamó ante las autoridades costarricenses por que le permitan venir a Costa Rica a ver a su hijo Erlyn, quien se encuentra en las celdas de máxima seguridad del Centro Penitenciario La Reforma, en San Rafael, cantón de Alajuela.
Otros cadáveres. De acuerdo con el reporte emitido por la Morgue Judicial, a la fecha permanecen sin reclamo en ese recinto un total de 16 cadáveres.
De ese total, 13 son hombres y tres mujeres. La lista incluye dos personas cuyo nombre se desconoce por las autoridades.
Los 16 cuerpos ingresaron a la Morgue Judicial entre los meses de enero y marzo de este año.