Un furgón que transportaba juguetes y confites donados por un organismo religioso de nuestro país a niños pobres de Nicaragua llevaba ocultos entre la mercancía 335 kilos de cocaína.
Un grupo de narcos se aprovechó del envío para camuflar la droga dentro del contenedor del tráiler, la cual fue decomisada por la Policía Nacional de Nicaragua (PNN).
Los juguetes y confites fueron enviados por la Asociación Obras del Espíritu Santo desde San José a la arquidiócesis de Managua para una fiesta que se realizará hoy a unos 5.000 niños pobres.
La Asociación, ubicada en barrio Cristo Rey, en San José, organiza obras de beneficencia para niños de escasos recursos.
“Era una donación que venía destinada a niños nicaragüenses. No hay vínculos entre los remitentes de la droga y los que envían la donación”, dijo a la agencia
El vehículo, de color blanco, con placa guatemalteca TC092BMX y el cabezal nicaragüense, placa M-123774, de color crema, era conducido por un nicaragüense de apellido López, vecino de Chinandega, Nicaragua. El dueño del cabezal es otro nicaragüense, apellidado Almendárez, vecino de Managua.
Los inspectores procedieron a revisar el cabezal y el furgón el 24 de diciembre, a eso de las 6 a. m. Así, se constató que había 50 bultos de cajas de confites y 250 bolsas con juguetes varios, así como 25 cajas rectangulares, pintadas de negro, que no habían sido reportadas a la aduana.
Los inspectores perforaron una de las cajas, y se observó en su interior una sustancia extraña.
“Al aplicar la prueba de campo, dio positivo a la cocaína”, confirmó Zavala.
El inspector de la aduana determinó que la mercancía del furgón era menor que la indicada en los registros aduaneros, pues faltaban 19 cajas de cartón y 60 bolsas transparentes de mercadería declarada.
Se trata, según la Policía, de un hombre de apellido Hidaldo, vinculado con el cartel de Zacapa de Guatemala.