Un laboratorio de marihuana hidropónica ubicado en una alejada zona montañosa de Puriscal era abastecido por 120 paneles solares, comunicó este martes el Ministerio de Seguridad Pública, luego de que la Policía de Control de Drogas (PCD) realizara el hallazgo este martes.
La PCD lo calificó como el más grande laboratorio de esta naturaleza que se haya visto en el país. Los agentes detuvieron a dos hombres sospechosos de formar parte de la operación ilegal, uno de ellos, un sujeto de apellido Lewis, de 53 años y de nacionalidad estadounidense, pero con cédula de residencia costarricense.
La estructura, que cuenta con diez aires acondicionados, fue forjada “con una estructura metálica y era utilizada para el almacenaje y cultivo de aparentes plantas de marihuana y sus derivados en un espacio controlado”, indicó Seguridad. En dicha propiedad, los oficiales también encontraron un generador eléctrico y otro equipo de gran capacidad.
El terreno es de grandes dimensiones, pues además del laboratorio comprende dos lagos, invernaderos y otras cuatro infraestructuras.
El director de la PCD; Stephen Madden, indicó que junto a este cuerpo policial, en el operativo también participó la Unidad Especial de Apoyo (UEA) de la Fuerza Pública. Además del allanamiento en Puriscal, las autoridades también intervinieron una propiedad en Parrita de Puntarenas
Según la investigación de la PCD, de este laboratorio salía la marihuana que abastecía los sectores turísticos desde Quepos hasta Jacó de Garabito, en la provincia de Puntarenas.
Más cara y concentrada
A diferencia de la marihuana sembrada al aire libre, la hidropónica se encuentra en un ambiente controlado, el cual le da la posibilidad a los productores de manipular el crecimiento y obtener mayor concentración de tetrahidrocannabinol (THC), elemento psicoactivo del cannabis.
Esta condición, a su vez, facilita que la hidropónica se comercialice a precios más altos.
Aunque los decomisos de este tipo de marihuana no son tan frecuentes, tampoco son desconocidos para las autoridades policiales. En mayo pasado, por ejemplo, un sujeto de apellidos Retana Retana, de 41 años, fue detenido por sus presuntos vínculos con un laboratorio que operaba en el cantón de Atenas, Alajuela.
En el inmueble, los agentes se incautaron de 89 matas de marihuana, lámparas de luz blanca, aires acondicionados, sustratos o abonos para plantas, dos cilindros de dióxido de carbono, extractores de aire, un carro, dinero en efectivo y una pistola.
Las semillas de marihuana hidropónica generalmente se traen en pequeñas cantidades desde Estados Unidos por medio del servicio regular de correo, ya que son difíciles de detectar. La reproducción se realiza mediante capullos que permiten deshijar las matas y así multiplicarlas. Además de la picadura, en estos laboratorios suelen preparar aceites a partir de los cogollos y recortes de la planta.
El dióxido de carbono se usa en las plantaciones como acelerante en el crecimiento. De igual forma, las condiciones de luz son fuente de crecimiento y, por eso, las lámparas suelen estar encendidas toda la noche y a veces, incluso, de día.
Retana quedó a las órdenes de la Fiscalía acusado por infracción a la ley de psicotrópicos y se expone a penas que oscilan entre los ocho y 15 años de prisión, pues “era la persona que dirigía el lugar y ejecutaba el cultivo de marihuana”, dijo Wálter Espinoza, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ, en aquel momento.
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