Otro cargamento, esta vez de 460 kilos de cocaína, fue detectado camuflado en un contenedor que iba a salir desde Moín, en Limón, hacia el puerto de Amberes, en Bélgica.
El decomiso fue confirmado este martes por el Ministerio de Seguridad Pública, luego de que oficiales de la Policía de Control de Drogas (PCD), inspeccionaran un contenedor que llevaba una carga legítima de empaques de caucho y piezas de metal.
Revueltos entre las cajas de exportación iban los 460 paquetes de cocaína, cada uno de aproximadamente un kilo, envueltos en plástico de color naranja, precisó el Ministerio.
El hallazgo ocurrió durante una revisión de rutina en las cargas que se movilizan en la Terminal de Contenedores de Moín (TCM), administrada por la empresa holandesa APM Terminals.
Las autoridades seleccionaron un contenedor que les resultó sospechoso, por lo que lo pasaron por el escáner del puerto. De esta forma pudieron observar que había inconsistencias en su interior y ordenaron su apertura y una inspección más detallada.
Según las estadísticas de Seguridad Pública, este año se han decomisado 6,9 toneladas de cocaína en ocho contenedores que iban a salir del país.
La carga más grande se detectó en marzo en un contenedor cargado con puré de banano, que tenía como destino final la ciudad de Róterdam, en Holanda y que escondía 3.466 kilogramos de cocaína.
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Esa cantidad de droga está valorada en Costa Rica en poco más de ¢7.445 millones ($12 millones), esto considerando que cada kilo se comercializa en $3.500 (¢2,14 millones).
Sin embargo, conforme avanza en su viaje, su precio aumenta, y en Europa puede llegar a costar hasta $26.000 por kilo (¢15,9 millones).
En el 2020 los decomisos en contenedores significaron 16,2 toneladas de coca y en el 2019 fueron casi 5,9 toneladas.