Éxito 1 es un pesquero en el cual sus seis tripulantes traían hacia Costa Rica 626 kilos de cocaína. Cayeron en octubre pasado, cerca de la isla Malpelo, en el Pacífico de Colombia.
Los registros de la nave revelaron que solo en los dos últimos años, el Estado costarricense le había subsidiado 86.000 litros de diésel por los cuales el dueño se ahorró ¢15 millones.
Pero uno de los casos más sonados es el de Goliat I, interceptado el 30 de junio del 2014 con dos toneladas de cocaína, cerca de la Isla del Coco.
Los registros evidenciaron que, para ese viaje, el dueño cargó 23.600 litros de diésel; un mes antes, 64.000, y seis meses antes, otros 64.000: 151.000 litros en total, de los cuales el Estado le “regaló” ¢36 millones.
Ahora, los registros muestran que el 70% de los pesqueros confiscados con cocaína en los últimos cuatro años se beneficiaban de la ayuda que da el Estado para fortalecer la actividad de los pescadores, a los cuales vende el diésel al costo, casi a la mitad del precio en gasolineras.
Así lo verificó La Nación al revisar las matrículas de pesqueros detenidos entre el 2013 y el 2017, con una lista de embarcaciones que recibieron el beneficio, suministrado por el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca).
De 31 naves sorprendidas con coca, 22 recibieron el subsidio. Todas fueron detenidas en el Pacífico, sobre todo, cerca de cabo Matapalo y punta Burica.
Transportaban de 350 y 2.300 kilos. Juntas, iban con 18.593 kilos (18,5 toneladas).
A los pescadores, por ley, la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) les vende el litro de diésel en ¢228, mientras, a un consumidor sin ese beneficio, le cuesta actualmente ¢470.
Solo en 2014, a los barcos capturados con droga se les otorgó un millón de litros de diésel exonerado. El costo regular es de ¢490 millones, pero a los pescadores les salió en ¢238 millones, ¢252 millones más barato. En ese año, el más beneficiado fue Antony, barco detenido con una tonelada de droga. El Estado le vendió, al costo, 177.000 litros.
El director del Servicio Nacional de Guardacostas (SNG), Martín Arias, explicó que, en la mayoría de casos, la cocaína es traída por lanchas rápidas desde Colombia o Ecuador.
En altamar, se topan con los pescadores que la traen a Costa Rica, donde se embodega mientras la envían a Guatemala y, de allí, hacia Estados Unidos.
Ganancia. Según fuentes policiales, los narcos les pagan a los pescadores hasta $10.000 por cada uno de estos viajes donde el valor de la carga es millonario: solo un kilo cuesta aquí $7.000.
El 4 de mayo, la Policía de Control de Drogas (PCD) detuvo a un hombre de nacionalidad colombiana, de apellido Valois, a quien se le atribuye formar parte de un grupo narco que reclutaba pescadores ticos para trasegar cocaína de Colombia.
A esa organización le decomisaron cinco toneladas entre el 2015 y el 2017, con un saldo de 38 hombres detenidos.
Edwin Salazar, jefe de Protección y Registro de Incopesca, dice que esas embarcaciones tienen suspendido el subsidio y la licencia de pesca.
De acuerdo con Incopesca, 1.861 barcos pesqueros reciben el subsidio y, de ellos, el 1,1% (22) han caído con cocaína.
No obstante, por los abusos del narco, un informe de la Auditoría del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), en el 2012, recomendó eliminar el beneficio, que entre los años 2006 y 2012, llegó a $112 millones.
El Minae, empero, decidió no acatar la sugerencia.
El director de Guardacostas dice que este problema podría tener solución si fuera obligatorio que las embarcaciones pesqueras semiindustriales usen un sistema de rastreo satelital.
“Eso lo hemos propuesto a Incopesca y siempre encontramos peros”, dijo Arias en una publicación de este diario.