Una banda narco dedicada al envío de cocaína a Europa en contenedores, invertía sus ganancias en la compra de propiedades y negocios.
Así lo dio a conocer el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) este martes, luego de 10 allanamientos para desarticular a la organización.
De acuerdo con las autoridades, en total se detuvo a ocho hombres y una mujer, mientras que meses atrás otro de los sospechosos fue capturado.
Entre los aprehendidos están los dos líderes de la agrupación. Se trata de un matrimonio compuesto por un hombre de apellidos Rodríguez Matamoros (35 años) y una mujer apellidada Calderón Ruiz (36).
Wálter Espinoza Espinoza, director de la Policía Judicial, destacó que el grupo tenía un modo de operar establecido, mediante el cual buscaban que los estupefacientes llegaran a Europa sin mayores contratiempos.
“Ellos determinan el destino al cual requerían enviar la cocaína, seleccionaban los contenedores con ese destino y, luego de esos movimientos, contactaban a choferes que formaban parte de empresas de transportes y los convencían de integrarse al grupo, permitiendo que en el trayecto entre la empresa exportadora y la terminal de exportación fueran abordados para contaminar y hacer ingresar el producto ilegal dentro de los contenedores.
“Eso implicaba la destrucción del marchamo original y la utilización de un marchamo gemelo, ficto e ilegítimo“, explicó el jerarca.
Destacó que durante la investigación se pudo determinar que ni la empresa exportadora en Costa Rica ni la compañía receptora en Europa tenían conocimiento de la actividad ilegal, la cual se daba en la fase intermedia del transporte.
Con él coincidió la fiscala general, Emilia Navas Aparicio, quien destacó que en la ruta hasta la terminal de contenedores, el grupo tenía una bodega donde ocultaba la cocaína que camuflaba entre cargas de productos legales.
“El exportador no tenía conocimiento de que su mercadería había sido desviada y contaminada para que llegar a su destino final”, dijo Navas.
Más de un año de investigación
Las pesquisas sobre esta organización comenzaron desde enero del 2020, cuando se estableció un control y monitoreo sobre las actividades del grupo criminal.
Wálter Espinoza aseguró que en estos 13 meses se logró vincular a la agrupación con dos operaciones ilegales.
La primera fue una incautación de 1.250 kilogramos de cocaína en APM Terminals, en mayo anterior, mientras que la otra se registró en junio pasado, cuando la Policía de Holanda incautó 100 kilogramos de esa misma droga y determinó que la carga había salido de Costa Rica.
”Adicionalmente, en junio del 2020 hubo un operativo que permitió decomisar al líder del grupo cuatro pistolas, 200 municiones para arma de grueso calibre, dinero en efectivo (dólares y colones), marchamos ilegítimos para contenedores y otros aditamentos utilizados por miembros de la organización para realizar la actividad criminal en la que participan.
“Este es un caso importante, que nos permite a nosotros relacionar a este grupo criminal con al menos dos eventos de exportación, con 1.350 kilos de cocaína, y que nos permitió develar la estructura que permite el envío de droga de nuestro país hacia Europa y determinar de manera certera y absoluta que la contaminación de los contenedores está ocurriendo, al menos en este caso, en la fase intermedia de la exportación y transporte”, manifestó Espinoza.
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Por su parte, Emilia Navas destacó que en este caso la coordinación con la Policía de Holanda fue vital, ya que eso permitió acreditar el delito de tráfico internacional de drogas desde Costa Rica.
Mencionó que esa prueba fue muy importante y, además, un ejemplo de que “para atacar a la delincuencia transnacional se requiere cooperación internacional”.
“El tráfico internacional de cocaína es una delincuencia que afecta de manera importante en muchas vías a nivel social, económico y en materia de seguridad porque aumenta la violencia.
“En esta modalidad de tráfico también hay una afectación a la imagen del país y a los productores nacionales, quienes con el esfuerzo exportan sus productos lícitos hacia mercados europeos, por lo que para el Ministerio Público es un caso exitoso porque se logró hacer una robusta investigación en una época de pandemia, que sin lugar a dudas dificulta la realización de acciones operativas”, aseveró Navas.
Inversiones
Las diligencias policiales realizadas en propiedades de Cieneguita y Santa Eduviges, en el centro de Limón, Westfalia y Matama centro, así como Limón 2000, Liverpool y Siquirres permitieron decomisar evidencias importantes para la investigación, entre las que está dinero en efectivo, armas de fuego, municiones, embarcaciones, vehículos, GPS, teléfonos satelitales y equipo para lavado de vehículos.
Asimismo, se allanó un lavacar en San Francisco, Heredia, y un lujoso condominio ubicado Sabana oeste, San José.
Según el OIJ, el grupo criminal logró generar grandes ganancias, que, posteriormente, fueron invertidas.
”Determinamos que el grupo invirtió en un lavacar, en algunos negocios ubicados en San Pedro de Montes de Oca, en varios inmuebles ubicados en Guanacaste y, por supuesto, también adquirieron bienes de fortuna en Limón”, enfatizó el director del OIJ.
Además de los nueve detenidos este martes, meses atrás un hombre que trabajaba como chofer de una empresa había sido capturado como sospechoso de integrar la banda.
Trascendió que dos sujetos de apellidos Zárate Sanabria y Flores Zúñiga, junto con otro de apellido Porras que permanece tras las rejas desde mayo del 2020, eran los choferes que, al parecer, se aliaron con la agrupación criminal.
En tanto, un hombre apellidado Hidalgo Hurtado se encargaba de la logística, Jiménez Esquivel contactaba a los conductores y otros tres (Rodríguez Madrigal, Quirós Martínez y Sandí Velásquez), cumplían con diversos roles, entre estos transportar el dinero en una ruta no especificada con Calderón Ruiz, quien supuestamente, lo legitimaba mediante los negocios.
Wálter Espinoza, director del OIJ, insistió en que la organización “infiltraba sistemas, determinaba los destinos o rutas de los contenedores, elegía a los transportistas que estaban participando en el envío de estas cargas y lograba la contaminación en la fase intermedia“.
No obstante, no se ha podido determinar quiénes son los terceros que pasaban la información a la banda.
Los detenidos serán indagados por la Fiscalía y luego serán puestos a las órdenes del Juzgado Penal de Limón para la solicitud de medidas cautelares mientras avanza la investigación.
Información actualizada a las 4:20 p. m. con más datos.