Tres embarcaciones del empresario limonense Gílbert Bell Fernández, alias Macho Coca, reciben diésel subsidiado por el Estado costarricense.
Se trata de los barcos Challenger, Dos hermanos y Tormenta II, los cuales siguen operando aunque Bell Fernández fue detenido, el 8 de octubre, como sospechoso de ser uno de los líderes de una banda de tráfico hormiga de drogas.
Al comerciante también se le investiga por la construcción ilegal de un enclave muellero de 22.000 m² en un terreno municipal ubicado en bahía Portete, donde en noviembre del 2014 atracó una lancha con 318 kilos de marihuana comprimida.
La última vez que los navíos de Macho Coca recibieron combustible subsidiado fue, aproximadamente, hace un mes.
Según datos del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca), a estas embarcaciones se les vendió 33.800 litros de combustible con un precio rebajado, lo cual les permitió ahorrar ¢7,7 millones.
Edwin Salazar, jefe del Departamento de Protección y Registro de esa entidad, detalló que cada litro de diésel exonerado es vendido en ¢228 por la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope). A una persona sin ese beneficio el litro le cuesta actualmente ¢458 (¢230 más).
Salazar informó de que los barcos de Bell, quien desde febrero fue nombrado asesor del Incopesca para la región del Caribe, llevan más de un año recibiendo ese beneficio, pero no detalló con qué frecuencia.
Entre los datos aportados por Incopesca, se detalla que, en mayo pasado, también se exoneraron 20.710 litros para el Challenger. De los otros barcos no se brindó más información.
El funcionario explicó que para obtener la exoneración, los beneficiados deben presentar requisitos como el caballaje de motor de su navío, distancia que van a recorrer y tipo de pesca.
Luego, Incopesca recomienda una determinada cantidad de litros posibles que puede adquirir ante Recope. Una vez que se acaba el diésel, se puede vuelve a solicitar otra exoneración.
Beneficio se mantiene. El presidente de Incopesca, Gustavo Meneses, admitió que Bell sigue recibiendo “el precio preferencial” de combustible, pese a que, actualmente, se encuentra cumpliendo seis meses de prisión preventiva.
“La actividad pesquera no ha sido afectada. No hay medidas cautelares sobre la actividad (...). Los tres barcos siguen con sus labores de pesca, porque tienen su tripulación”, indicó Meneses.
Añadió que dichos navíos no atracan en ningún muelle, sino que después de pescar anclan en Cieneguita, Limón.
Meneses alegó que no pueden quitar la licencia de pesca y la exoneración a Bell porque no han sido notificados de que las embarcaciones estén involucradas en la investigación por narcotráfico. “No se cuenta con la información para cancelarle los beneficios”.
En el último año, Incopesca suspendió permisos a 14 barcos vinculados con el narcotráfico.
Subsidios cuestionados. Un informe, elaborado en el 2012 por la Auditoría del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), reveló que el subsidio que otorga Incopesca a los pescadores ha sido utilizado para otros fines, tales como el ingreso a zonas protegidas, reventa y narcotráfico.
Debido a lo anterior, dicha dependencia recomendó eliminar el beneficio. El estudio señaló que, entre el 2006 y 2012, Incopesca otorgó $112 millones en exoneraciones.