Una alerta financiera que ingresó en el 2019 a la Unidad de Inteligencia Financiera del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) permitió destapar el Caso Fénix, dentro del cual se investigó a una organización que, en apariencia, se dedicaba al lavado de dinero por medio de múltiples negocios, entre ellos la ganadería, la venta de llantas, los lubricentros, las verdulerías, los bares y los restaurantes.
El conteo de dinero decomisado producto de múltiples allanamientos la semana anterior asciende a ¢5.155 millones en efectivo, entre dólares y colones, los cuales ocultaban principalmente en compartimientos ocultos de vehículos. También se les incautó ¢941 millones derivados de la subasta de ganado confiscado.
La información la reveló este lunes el fiscal adjunto de Legitimación de Capitales y Persecución Patrimonial, Ólger Calvo Calderón, quien explicó que uno de los integrantes de la banda registró “una conducta inusual en cuanto a los flujos de dinero” y eso generó el reporte que, posteriormente, el ICD remitió al Ministerio Público y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para comenzar con las pesquisas.
“Cualquier actuación atípica o inusual de un cliente, que se salga de sus parámetros o que esté entre los riesgos que podría tener una entidad financiera para lo que es el lavado de dinero o el financiamiento del terrorismo, se reporta. En este caso, se reportó una operación sospechosa a la Unidad de Inteligencia Financiera y de ahí se nos informó, por lo que nosotros iniciamos la investigación”, explicó Calvo.
El fiscal destacó que hasta ahora tienen bajo investigación a 19 personas físicas, así como 19 personerías jurídicas involucradas. Sin embargo, solo 10 de los presuntos integrantes del grupo han sido indagados, mientras cuatro de ellos permanecen en fuga.
A quienes se busca son al supuesto líder de la agrupación, de apellidos Segura Angulo, conocido como Nariz (47 años); su compañera sentimental, Chacón Vargas (39), así como dos sujetos que serían sus principales aliados, apellidados Garro Núñez (42) y Núñez Jiménez (37).
“Para las personas que se tienen identificadas se van a pedir medidas diferentes a la prisión preventiva, en virtud de que se ha considerado hasta el momento que su participación es residual, es de meramente auxilio en algunas actividades, no son los principales y hemos valorado seriamente el arraigo en el país y eso es lo que nos ha inclinado hasta este momento”, detalló Calvo.
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El fiscal adjunto de Legitimación de Capitales destacó que el decomiso de dinero logrado mediante estas diligencias, la mayoría en Pérez Zeledón, es histórico para Costa Rica, dato reafirmado por el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Wálter Espinoza. En total, el dinero líquido confiscado suma ¢6.096 millones.
Desde el 22 de febrero, cuando se realizaron los operativos, se logró decomisar dentro de caletas (compartimentos secretos) de vehículos ¢484 millones y $6,6 millones (¢4.298 millones al tipo de cambio de este 28 de febrero), mientras que en los sitios allanados se incautaron ¢15 millones. Asimismo, se inmovilizaron en entidades financieras ¢354 millones y $8.000 (¢5,1 millones) y por la subasta de 1.256 cabezas de ganado se obtuvo ¢941 millones. Todo el dinero incautado será depositado en cuentas del ICD para su administración y resguardo.
“El caso fue muy exitoso, está es la investigación que nos ha permitido incautar más dinero y todo es importante porque no solo afirma la premisa de la Policía Judicial y del Ministerio Público (sobre el lavado de dinero), sino porque nos permitirá dentro de algún tiempo lograr el traslado de estos fondos y esos bienes al Estado para que se utilizan en el abordaje preventivo y reactivo del tráfico de drogas”, aseguró Espinoza.
Como parte de los registros judiciales, se decomisaron también tres armas de alto calibre, menaje de casa (pantallas, cocinas y refrigeradoras), 1.416 juegos de aros de lujo y 3.416 llantas. Además, según datos de la Fiscalía, en este momento existen 23 inmuebles y 49 vehículos anotados o inmovilizados. Entre los automotores hay autos de lujo, camiones, remolques, cuadraciclos y maquinaria especial (chapulines, backhoes y mezcladoras de alimentos).
¿De dónde provenía el dinero?
El fiscal Ólger Calvo destacó que a partir de la investigación se puede decir que la banda que, en apariencia, dirigía alias Nariz tenía más de cinco años de funcionamiento debido a la consolidada operación que tenía. Aunque aún no se atreve a confirmar vínculos con ninguna estructura internacional dedicada al narcotráfico, como el clan del Golfo, es una hipótesis que no se descarta.
“De acuerdo con la investigación que se ha realizado se tiene conocimiento que, al menos en Costa Rica, una de las personas que estamos investigando tiene un juicio pendiente por tráfico de drogas (...). Sin embargo, como ustedes pueden haber notado no se decomisó ni un solo gramo de droga, de manera que es un caso meramente de legitimación de capitales (...), es lo que nosotros como Fiscalía especializada tenemos identificado, porque no tenemos indicio alguno de que por lo menos estuviera traficando internacionalmente droga en nuestro país, pero desconocemos si se daba algún tipo de logística o transporte internacional, lo que tenemos es el indicio suficiente para acreditar que los recursos y dineros que están bajo investigación procedían de esa actividad delictiva”, aseguró Calvo.
El funcionario del ente acusador del Estado recalcó que Costa Rica suele ser un país de tránsito o bodega para drogas que vienen del sur de América y tienen como destino el norte del continente o Europa.
Orden internacional
La Fiscalía y el OIJ también trabajan en ubicar a los cuatro presuntos integrantes del grupo que están en fuga. Wálter Espinoza dijo que “ya se están gestionando órdenes de captura, se mantienen las alertas migratorias, se mantienen las alertas con Interpol (Policía Internacional) y otros cuerpos policiales internacionales. Lo que pretendemos y esperamos es que el corto plazo logremos la captura de estas personas para que enfrenten en el proceso”.
Sobre una posible filtración de información que facilitara el escape de las cuatro personas que ahora son buscadas, el fiscal Calvo aseguró que “cuando hay un operativo de esta magnitud el riesgo de fuga de información es muy alto, de manera que cuando se da todos somos sospechosos, me incluyo, vamos a revisar los protocolos con el OIJ para determinar qué fue lo que pudo haber ocurrido.
“Recordemos que este señor, el que consideramos como el cabecilla, tenía un emporio en la localidad (Pérez Zeledón), de manera que con tal capacidad económica perfectamente podría tener ojos y oídos en todas las esquinas que él considerara necesarias y ante cualquier movimiento sospechoso o que no fuera habitual en la zona posiblemente iba a ser informado, entonces las posibilidades de que se hayan impuesto de que íbamos a entrar a un operativo son muy altas, pero como le digo revisaremos los protocolos para ver qué fue lo que sucedió, si fue un error nuestro o si fue parte de la logística y habilidad del grupo que tiene para evitar la acción judicial”.
Decomisos en el marco del caso Fénix
La Fiscalía considera que este es el comiso más importante en la historia del país.
FUENTE: Fiscalía Adjunta de Legitimación de Capitales. || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.