El conductor del automóvil baleado el sábado por la tarde en Caballo Blanco de Dulce Nombre, Cartago, lideraba una banda narco que fue desarticulada por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) este lunes en la mañana.
Dentro del vehículo también viajaba su novia, de 24 años, y dos menores de edad.
Los disparos, ejecutados desde otro vehículo, impactaron en la cabeza a la joven, identificada como Yukensy Guadalupe Quesada Moya, quien falleció este lunes en el Hospital Max Peralta. En tanto, una niña de 6 años fue atendida en el centro médico, debido a que resultó herida en el hombro.
De acuerdo con las versiones recopiladas por la Policía Judicial, el ataque iba dirigido a un hombre de apellidos Elizondo Elizondo, quien desde hace un año encabezaba una organización dedicada a la venta y distribución de marihuana y crack en la Vieja Metrópoli.
Las investigaciones permitieron establecer que el sujeto, de 50 años, se alió con otras personas para comercializar estupefacientes en Birrisito, Orosi y Llanos de Santa Lucía, en Paraíso, donde instalaron su principal punto de operación.
Wálter Espinoza Espinoza, director del OIJ, manifestó que el grupo tenía una jerarquía establecida, así como distribución de roles.
"La organización criminal opera desde hace varios meses en Cartago, donde había monopolizado la venta de drogas e instalado varios búnkeres, especialmente en Llanos de Santa Lucía.
“Ellos tenían personas dedicadas exclusivamente a la venta de drogas, mientras que otros se encargaban de la distribución en puntos de venta, recolección de dinero y labores administrativas”, explicó el jerarca.
Todo lo que hacían los integrantes de la agrupación requería el visto bueno de Elizondo, quien también tenía una lista de terceras personas que prestaban su nombre para que el dinero proveniente de las ventas fuera legitimado.
El sujeto está divorciado y tiene seis hijos entre los 27 y los 6 años.
Durante este lunes, agentes judiciales allanaron 19 estructuras, entre viviendas y búnkeres, y capturaron a 15 personas, entre ellas dos mujeres.
Las diligencias permitieron el decomiso de 25 armas de fuego de diferentes calibres, las cuales se cree que eran usadas para protección; dinero en efectivo y droga.
Para Espinoza, la desestructuración del grupo es importante debido a la escalada de violencia que se había desencadenado en la provincia.
Yukensy Quesada figuraba dentro de las investigadas por formar parte de la banda.
Trascendió que el día de la balacera portaba dentro de su bolso una pistola que tenía todos los permisos en regla.
Hasta este lunes 9 de setiembre por la tarde, el OIJ registraba 380 homicidios durante este 2019, 31 menos que en el mismo periodo del año pasado, cuando hubo 411.