Si se echa un vistazo en San José centro, por ejemplo, se podrá ver a decenas de drogadictos caminar por ahí. Ellos buscan comida entre la basura y buscan dinero para poder seguir comprando su vicio. Y la escena se repite fielmente en cada rincón del país.
Según las autoridades, esta situación es una muestra de que el consumo en el país viene en aumento y que, pese a que se destina un alto presupuesto para combatir la adicción, no es suficiente. El país aún se queda corto en esta lucha.
Guillermo Araya, director de la Policía de Control de Drogas (PCD), indicó que, en el caso de su institución, por ley se debe destinar un 30% de su prespuesto al financiamiento de programas y proyectos de prevención y tratamiento.
En ese sentido, durante el 2016, se destinó ¢1,237,000,000. Mientras, de los presupuestos ordinarios y extraordinarios de este 2017, se han destinado casi ¢4 mil millones al mismo rubro.
Esto significa que para este 2017 se aumentó en un 215% los destinos dirigidos a esta lucha contra la adicción, los cuales fueron usados para crear programas y apoyar organizaciones no gubernamentales que se dedican a tratar el consumo.
No obstante, pese a que es una cifra alta de dinero, Araya reconoce que no se da abasto.
“Sí hemos estado incrementando el presupuesto, pero, ni aunque tuviéramos 100 millones de dólares y pudiéramos desarrollar mil proyectos más, sería suficiente. En este tema nunca vamos a conocer el techo”, enfatizó.
Mientras, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) indicó, por medio de un correo electrónico que el presupuesto que tiene destinado para el tratamiento de la adicción en menores de edad es de poco más de ¢978 millones.
Se intentó conversar con Ana Teresa León, presidenta ejecutiva del PANI, pero no se concedió la entrevista.
Por su parte, la Policía de Control de Drogas (PCD) coincidió con el ICD. “Por más presupuesto que se tenga, siempre nos vamos a quedar cortos”.
Por ello, es que los jerarcas de la PCD insisten en la importancia de articular acciones entre diferentes instituciones que puedan aportar en esta lucha.
“Hay más proliferación en el mercado local. Pero nos sigue haciendo falta la política integral, el equívoco más grande es que se cree que la Policía es la responsable de los problemas. Pero no, es parte de la solución.
”El narcotráfico es un problema socioeconómico, porque produce economía con ingresos no honestos”, recalcó la PCD.
También se intentó consultar en el IAFA por el presupuesto destinado a este rubro; no obstante, no se obtuvo respuesta al cierre de esta edición.
Trabajos
Como las acciones y dinero nunca serán suficientes para combatir el consumo, las autoridades buscan darle el mejor uso a los recursos.
Guillermo Araya, director del ICD, mencionó que sus proyectos se enfocan en el desarrollo humano.
“Les damos robótica, artes, deportes o los apoyamos en el estudio para que se mantengan siempre dentro del sistema. Lo que buscamos es que, a partir de ahí, identifiquen y edifiquen un proyecto de ida y que luchen por alcanzarlo.
”Un joven que tenga un proyecto de vida es una familia que va a tener un desarrollo. Si tenemos varias familias así, vamos a tener una comunidad con desarrollo. Esos son los nuevos modelos de prevención. El de ir con carteles y exponerles a los muchachos sobre los riesgos, ya no sirve”, recalcó Araya.
Entre los proyectos conocidos del ICD están las Casitas de Escucha de la Fundación Fundamentes en Pavas y en Limón.
El Ministerio de Seguridad Pública (MSP) también aporta su granito de arena en este tema. Según la oficina de prensa, pese a que no se destina presupuesto ni personal para esta lucha, cuando un policía encuentra a un menor que tiene o está consumiendo drogas, lo traslada a la Fundación Génesis.
Ahí se incorporan al programa Juntos por Todos, en el cual se ven inmersos el MSP, el ICD, el PANI y la Fundación.
Mientras, el PANI apoya distintos programas enfocados en la niñez y adolescencia de la Asociación de Hogares Crea, en Heredia y Cartago. También ayuda a otras organizaciones no gubernamentales que tienen el mismo propósito.