Casi seis toneladas de cocaína fueron halladas en un contenedor que se encontraba en las instalaciones de APM-Terminals, en Moín, Limón, listo para salir hacia Holanda.
Así lo informó el Ministerio de Seguridad Pública, avanzada la tarde de este sábado, durante una conferencia de prensa realizada en las instalaciones de Base 2, en el aeropuerto Juan Santamaría, donde fue trasladada la droga por el Departamento de Vigilancia Aérea.
Michael Soto, ministro de Seguridad Pública, precisó que se trata 5.048 paquetes en 202 maletines. Según el jerarca, “por experiencia, este cargamento podría pesar 5.800 kilos”.
El hallazgo se realizó la noche del viernes 14 de febrero gracias al escáner que tiene la empresa que opera el megapuerto.
“Es el mayor cargamento decomisado en el país”, aseveró Soto.
Se estima que lo decomisado tiene un valor de 126 millones de euros (unos ₡75.000 millones) en el mercado europeo.
La droga iba oculta en un contenedor de plantas ornamentales con destino a Róterdam, Holanda.
“Luego de hacer la investigación, se determina que sale de San Carlos con el cargamento lícito, que son las plantas ornamentales. Presumimos que la carga pudo haber sido contaminada en un lugar no determinado entre San Carlos y Moín”, detalló el ministro.
Por esta razón, se detuvo al conductor de ese contenedor, un hombre de apellido Rodríguez, de 46 años, sin antecedentes delictivos.
La detección en Moín, explicó, se hizo mediante el perfilamiento, lo que significa que los oficiales ven de dónde vienen y cuáles son los destinos de las cargas y, tras detectar aquellos que resultan sospechosos, estos se pasan al escáner. Fue ahí donde se encontró la droga este viernes.
“Esto es el paso de una estructura transnacional que utiliza Costa Rica como bodega para, posteriormente, contaminar los productos nacionales para llevarlos a territorio europeo o territorio norteamericano, como ha ocurrido en otras ocasiones”, dijo el jerarca de Seguridad.
El ministro de Seguridad agregó que la cocaína decomisada fue producida en Suramérica y trasladada a Costa Rica, probablemente por vía acuática a través del Pacífico sur.
“Posteriormente, utilizan técnicas como esta para sacarla hacia otros países. Las estructuras criminales transnacionales usan diversos métodos para hacer llegar droga a diferentes continentes del planeta”, aseveró.
Otros golpes
En octubre del 2006, guardacostas estadounidenses decomisaron a cuatro pescadores costarricenses un cargamento de cocaína de 3,5 toneladas, el mayor detectado en el Istmo hasta aquel momento.
Menos de un año después, en abril del 2007, las autoridades nacionales dieron con una banda de narcotraficantes, asentada en Costa Rica, que planeaba enviar desde aquí unas 15 toneladas de cocaína a Europa.
Con ese fin, el grupo alquiló una residencia en San Joaquín de Flores, Heredia, donde ocultaba 3.150 kilos de cocaína de alta pureza.
También adquirió seis contenedores para el trasiego de la droga hacia Alemania, España y Estados Unidos, entre otros países.
La Policía de Control de Drogas (PCD), del Ministerio de Seguridad, detuvo a cinco colombianos, dos de ellos jefes de la organización criminal que operaba en Costa Rica desde meses atrás.
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Más grande de la región
El ministro Soto describió la operación como “un golpe muy fuerte a las organizaciones criminales” y dijo que lo que viene es seguir trabajando en la desarticulación de estas estructuras en toda la región.
“¿Qué esperamos para el futuro? Hay investigaciones que hay que desarrollar, grupos que hay que desestructurar, y es muy importante trabajar regionalmente, con los países de la zona, porque las estructuras criminales no las puede abordar un solo país, sino que es un trabajo conjunto".
”Es uno de los decomisos, me parece, más importantes y más grandes de la región centroamericana. No conozco un caso donde se haya decomisado tanta cantidad de droga en Centroamérica", enfatizó.
Soto indicó que se trató de un trabajo “positivo e histórico” desde el punto de vista policial. “Demuestra el esfuerzo que estamos haciendo todos. A veces nos va bien, a veces no tanto, pero hay un esfuerzo importante de los cuerpos de Policía”, agregó.
“Es un fenómeno regional; hay una sobreproducción de cocaína en el sur del continente. En el 2019, de acuerdo con las autoridades colombianas, se produjeron 2.000 toneladas métricas de clorhidrato de cocaína, según las plantaciones y los lugares que ellos lograron determinar; esto es una enorme cantidad de cocaína que está afectando a toda la región.
“Toda la región centroamericana se ha convertido en bodega para distribuir cocaína hacia diferentes partes del mundo”, sostuvo Soto.
Esa situación se ve reflejada en las distintas incautaciones que se han venido realizando tanto en Costa Rica como en otros países de la región en los últimos meses.
De acuerdo con el ministro, antes de eso se tenía registro de un decomiso que alcanzó las tres toneladas hace aproximadamente 10 años.
Colaboró la periodista Patricia Recio