Un asistente técnico judicial, quien labora en el Juzgado Penal de Golfito, Puntarenas, fue detenido este martes por la mañana como sospechoso de facilitar información a una organización dedicada al narcotráfico.
Se trata de un joven de apellidos Castillo Chavarría, de 22 años, quien al parecer comunicaba al grupo detalles sobre las investigaciones relacionadas con el tráfico de droga.
Wálter Espinoza, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), explicó que el funcionario daba a conocer a terceras personas datos sobre audiencias, medidas cautelares que se dictaban y datos de interés de la banda, con el fin de mantenerlos al tanto de los movimientos policiales.
“La función de Castillo se basaba en mantener comunicación con la organización criminal y brindarles datos relacionados con las causas penales que se mantenían pendientes y en desarrollo en el Juzgado Penal de Golfito, así como facilitarles detalles de las audiencias. En general, era los oídos del grupo con los Tribunales de Justicia”, manifestó Espinoza.
Agregó que los detalles brindados no necesariamente tenían relación con la agrupación narco, ya que también les hacía saber sobre las decisiones judiciales tomadas con otras agrupaciones.
El jerarca judicial destacó que, hasta ahora, no se ha detectado que Castillo tuviese acceso a investigaciones concretas.
Además del asistente técnico judicial, este martes la Policía capturó a otros seis sujetos, luego de nueve allanamientos, ocho en Golfito y uno en Belén de Heredia.
Entre los aprehendidos hay un colombiano con residencia en Costa Rica de apellidos Ramírez Arteaga, quien residía en territorio belemita y era el líder del grupo, el cual operaba desde julio del 2017.
“Este sujeto tiene 44 años y carece de antecedentes, era conocido como El Tío. Sus funciones eran realizar el enlace entre los proveedores y otros miembros de la organización en Colombia, así como gerenciar la actividad, tomar decisiones relacionadas con el momento y el lugar del ingreso de la droga y definir los roles del resto de integrantes del grupo”, precisó Espinoza.
Los otros detenidos son de apellidos Gómez Quirós, de 49 años, Villalobos Cavallari (43), Díaz Chaves (44), Castillo Alfaro (43) y Campos Marín (48).
Ellos facilitaban fincas para ocultar la droga y lanchas para su traslado del mar a suelo tico.
Asimismo, almacenaban, acopiaban y custodiaban los estupefacientes mientras se definía el destino final que tendrían.
Ruta establecida
La organización tenía un modo de operar establecido, así como también una ruta.
Espinoza manifestó que la banda enviaba embarcaciones cargadas con cocaína de Colombia a Golfito, donde se almacenaba por un tiempo y luego se mandaba a países de Europa.
Agregó que como parte de las operaciones previas hicieron tres decomisos y detuvieron a otras nueve personas, tres en cada incautación.
La Fiscalía detalló que esas operaciones se dieron el 25 de agosto del 2018, cuando se incautaron 34 kilos de cocaína; el 14 de noviembre fueron 1.005 kilos y 16 de noviembre 1.500 kilos.
Wálter Espinoza destacó que hay un sujeto conocido solo como Hárold, que es uno de los proveedores más importantes de la banda en Costa Rica y el enlace en Colombia; sin embargo, no hay rastro de su paradero.
Durante las diligencias de este martes se decomisaron dos pistolas, un revólver, dos escopetas, un rifle, siete vehículos, teléfonos celulares, más de ¢1 millón en efectivo, municiones para armas de fuego calibre nueve milímetros y 357 y 12 y radios de comunicación.
Los detenidos fueron pasados al Ministerio Público con el informe correspondiente para que se defina su situación.
Información actualizada a las 4:15 p. m. con más datos.