Una falla en un pequeño incinerador ubicado en el complejo judicial de San Joaquín de Flores, Heredia, obligó al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) a quemar cocaína en Estados Unidos.
El domingo fueron trasladadas 22 toneladas del estupefaciente en un avión de la Fuerza Aérea estadounidense.
Francisco Segura Montero, director del OIJ, dijo que el proceso se hizo resguardando la cadena de custodia de la evidencia.
El jerarca aseguró que un juez penal de Goicoechea supervisó el transporte de la droga desde San Joaquín de Flores hasta el aeropuerto Daniel Oduber de Liberia, donde aterrizó la aeronave estadounidense.
Segura agregó que el juez y el jefe de la bodega del OIJ viajaron en la aeronave hasta Miami, Estados Unidos, lugar en el cual la droga fue destruida el lunes. Ese proceso fue vigilado por la cónsul costarricense en Miami, Ana Lorena Sánchez, quien tiene la competencia legal.
El jefe del OIJ informó de que las autoridades estadounidenses tardaron cuatro horas en destruir los 22.000 kilos de cocaína.
Bomba de tiempo. Francisco Segura manifestó que la eliminación de la droga decomisada se ha convertido en un problema, pues el país no dispone de un sitio adecuado para la destrucción.
Desde el 2005, el Poder Judicial firmó un convenio con una empresa cementera ( que luego cambió de nombre), ubicada en Cartago, para quemar cocaína y otras drogas en sus hornos.
El proceso se hizo normalmente, hasta que en diciembre del 2009, se descubrió que seis empleados de la empresa se apoderaron de 20 kilos de cocaína.
El OIJ informó en febrero del 2011 que 18 toneladas estaban saturando las bodegas en San Joaquín de Flores. Empero, el 13 de junio de ese año, se anunció que el Poder Judicial ya tenía un pequeño incinerador con capacidad para quemar 300 kilos de cocaína por hora, que fue donado por la empresa Holcim.
El director del OIJ expresó ayer que luego de destruir alrededor de 30 toneladas, el incinerador se dejó de utilizar en febrero del 2012, pues comenzó a generar contaminación, que ponía en peligro la salud de las personas que laboran en el complejo judicial de Flores.
El funcionario explicó que la falla se produjo por el exceso de uso.
Otras opciones. El jerarca de la Policía Judicial dijo que desde ese momento se comenzó a guardar la cocaína decomisada, lo que aseguró es un riesgo, pues algún grupo narcotraficante podría robarla.
Agregó que en procura de buscar un desahogo se pidió ayuda a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) para quemar la droga en esa nación.
Francisco Segura comentó que están próximos a firmar un convenio con una empresa privada para destruir la droga aquí.
Precisó que en un plazo de dos años pretenden buscar presupuesto, con el fin de adquirir un incinerador con capacidad para quemar altas cantidades de droga.