Una quinta con una moderna residencia, rancho para fiestas, lago, helipuerto y amplias zonas verdes, oculta entre una plantación de palma aceitera, era la casa de campo de un empresario de apellido González, detenido este martes como sospechoso de liderar una organización narco que traficaba una tonelada de cocaína cada dos meses.
La propiedad, conocida como La finca de Darwin, está en la comunidad de La Palma, en el distrito de La Cuesta, cantón de Corredores, Puntarenas.
Aunque el terreno tiene un frente de unos 700 metros con la carretera que une Paso Canoas con la Cuesta, la modernas instalaciones casi no se apreciaban desde la calle, aunque sí decenas de pobladores de la región sur conocían de la existencia del inmueble.
Para llegar a ella, un visitante debe recorrer unos 300 metros por un camino de lastre. En días pasados había guardas armados vigilando el ingreso. Este martes no había nadie, el lugar estaba desolado. Así lo encontraron los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) cuando allanaron el lugar.
La quinta abarca unos cinco hectáreas, en un terreno que tiene cerca de 25 hectáreas. La casa cuenta con amplias habitaciones, muebles fabricados con finas maderas y grandes ventanales.
En uno de los corredores con piso de madera, los agentes judiciales encontraron dos pieles disecadas de pumas. Asimismo, en los alrededores había 12 venados y varios saínos.
En el lugar también funciona un taller mecánico, un aserradero y eran visibles tractores agrícolas marca Landini. Uno de ellos es modelo 2018 y está valorado en más de ¢18 millones.
Según vecinos, en la Finca de Darwin se realizaban fiestas a las cuales asistían personas muy conocidas de Corredores y Golfito, aunque no quisieron mencionar nombres. También llegaban empresarios josefinos que viajaban en helicóptero.
La propiedad era del cabecilla de la organización, de apellidos González Hernández, pero según consta en el Registro Nacional, la finca la compró su esposa de apellidos Jiménez Araya, el 4 de marzo pasado, por un valor de ¢33 millones.
Precisamente, González y su esposa fueron detenidos en una residencia en San Joaquín de Flores, Heredia, que es propiedad de ellos, según el OIJ. En los últimos meses también residían en otro propiedad en Golfito.
González figura como socio en ocho sociedades. En seis funge como presidente, en otra como secretario y una como gerente, pero en todas es el representante legal. En tanto, su esposa es socia en cinco de esa sociedades.
Wálter Espinoza, director del OIJ, dijo que este grupo se dedicaba desde hace varios años de manera profesional al tráfico de cocaína, lo cual les permitió acumular una gran cantidad de bienes.
“Hoy pretendemos nosotros la incautación y la anotación de aproximadamente 50 vehículos que incluyen maquinaria agrícola, vehículos todo terreno, buques y otro tipo de automotores.
“Adicionalmente pretendemos la anotación de aproximadamente 13 propiedades, una de ellas de muchísimo valor, que es la propiedad de 25 hectáreas que tiene bodegas, un lago, edificación de alto nivel económico y que en principio fue adquirida como consecuencia de los productos del crimen.
“También estamos pidiendo la inmovilización de fondos de sociedades anónimas que servían a la organización.
“Esta es una operación que está dirigida a golpear el flanco de corrupción interno de la Policía, el área de lavado de dinero, el tráfico de drogas y la participación de funcionarios públicos propiciando impunidad en acciones de carácter criminal.
“Los bienes que se están incautando este martes superan los $3 millones en su valor fiscal, pero nosotros estimamos que hay propiedades que tienen un valor de muchísimo más nivel del que les estoy señalando.
“Este es un grupo que se ha dedicado al tráfico de drogas durante muchos años. Es un grupo que incluso ha sido investigado a nivel internacional y que es conocido por otras policías, pues ha tenido mucha proyección de carácter delictivo” añadió Wálter Espinoza.