Dos empresarios, dueños de igual número de empresas exportadoras de piña, fueron entrevistados el viernes por la Fiscalía Especializada en Narcotráfico luego de que sus compañías fuesen vinculadas con cuatro envíos de cocaína a Estados Unidos y España.
La diligencia consistió en identificar a los hombres de negocios, que seon de apellidos Salazar Solórzano. de 34 años. y Mora Sequeira. de 42. Las autoridades además procuran conocer la forma en que operan las compañías. Posteriormente, fueron puestos en libertad, sin ninguna medida cautelar.
Sin embargo, las autoridades informaron de que la investigación continúa en busca de más elementos probatorios para ubicar a los responsables del trasiego.
Dichas entrevistas se realizaron el viernes de forma paralela a allanamientos que hicieron agentes de la Policía de Control de Drogas (PCD), fiscales y jueces a las instalaciones de las dos empresas aludidas.
Se trata de las firmas Inversiones Joss S. A., cuya planta está en Los Ángeles de Pital de San Carlos y que tiene como presidente a Salazar Solórzano, y de la Corporación Difari S.A, situada en el centro de Pital, la cual es presidida por Mora Sequeira.
Aunque las autoridades se mantuvieron herméticas sobre los hallazgos en los allanamientos, trascendió que, al momento de llegar los policías, ambas firmas estaban laborando de manera normal. Asimismo, en uno de los lugares apareció una lámina plástica rectangular que es muy similar a las usadas para esconder cocaína en dos de los casos descubiertos.
Los empresarios implicados en este caso no tienen antecedentes por asuntos de drogas. Salazar es vecino de Pital con muchos años de dedicarse a la siembra de productos agrícolas. En tanto, Mora, en la actualidad habita en Desamparados, en San José.
Historia de casos
La pesquisa por estos trasiegos de drogas la comenzó la PCD hace más de un año y se hizo en conjunto con Policías de la Oficina Regional de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) y la Comisaría General de la Policía Judicial Española.
Los trabajos de inteligencia dieron frutos cuando, entre diciembre del 2017 y enero del 2018, la empresa Difari realizó exportaciones de piña, al parecer, costarricense desde algún puerto de Panamá, con destino a Lisboa, Portugal, y luego fue pasada en camiones a España. En este último país, el 18 de enero de este año se decomisaron 745 kilos de cocaína y se detuvo a nueve individuos implicados en ese trasiego.
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La cocaína era metida dentro de cilindros metálicos que iban ocultos en el cuerpo de la piña, la cual cortaban minuciosamente para vaciarle la pulpa. La fruta, luego, era bañada con un líquido amarillo para simular el aspecto de piña madura y así pretender aislar el olor de la droga, con la intención de evadir la detección por parte de los controles policiales o aduaneros.
El 7 de agosto de este año, la firma Difari envió un nuevo caragamento de fruta hacia Lisboa, Portugal, que después de ingresar a España y ser revisado, apareció con 67 kilos de cocaína. Aquí usaron el mismo método de sacar la pulpa y meter el cilindro con la droga. Por este trasiego, España capturó a siete personas.
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Paralelalemente, la PCD y la DEA controlaron dos exportaciones de fruta que hizo Inversiones Joss, el 22 y 29 de agosto pasado, hacia el puerto de Wilmington, en Delaware, Estados Unidos.
En el primer embarque, iban 43 kilos de cocaína y, en el segundo, 66 kilos. El método usado para camuflar la cocaína era introduciéndola en láminas rectangulares plásticas, las cuales eran colocadas dentro del corrugado de las cajas de cartón, donde colocaban las piñas.