El Juzgado Penal de Goicoechea dejó en libertad el 9 de febrero pasado a un hombre de apellidos Valerio Chaves, alias Gordo Hugo, porque el Ministerio Público olvidó solicitar la prórroga de la prisión preventiva.
Este individuo fue capturado el 7 de octubre del 2015 por, presuntamente, integrar con Gilbert Bell Fernández, conocido como Macho Coca, una organización dedicada al trasiego de cocaína y marihuana.
Aunque Valerio fue detenido por agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) el mismo día que fue liberado y la fiscalía pidió imponer de nuevo la prisión preventiva, el Juzgado –en una audiencia que se realizó el mismo jueves en la noche– rechazó la gestión.
Así lo confirmaron este martes el abogado de Valerio, Víctor Obando Mendoza y la oficina de prensa de la Fiscalía General de la República.
El Ministerio Público comunicó que en este caso y como "parte de su objetividad y transparencia, la Fiscalía Adjunta contra la Delincuencia Organizada (Facdo) remitió el asunto a la Inspección Fiscal, para determinar si existió o no alguna falta, aún y cuando no generó ninguna afectación al caso, ya que el imputado se encuentra cumpliendo las medidas cautelares impuestas".
Como medida alterna a la prisión, a Valerio se le impuso firmar todos los días en un despacho judicial, no salir de San José, no visitar Limón, ni tampoco relacionarse con testigos en el proceso penal.
Antecedente.
La desarticulación de este grupo ocurrió el 7 de octubre del 2015 cuando las autoridades judiciales realizaron 10 allanamientos en Calle Blancos de Goicoechea, Moravia, ambos en San José, en Sarapiquí de Heredia y en Portete de Limón.
En la acción policial se detuvo a Bell Fernández, dos hermanos de apellidos Valerio Chaves (Gordo Hugo y Yayo). También fueron incautados ocho kilos de cocaína, los cuales estaban envueltos en cinta adhesiva transparente y ocultos en una especie de bodega, en la cochera de una casa de Calle Blancos, que pertenece a Gordo Hugo.
Además, decomisaron ¢40 millones, $9.010 y 2.300 euros en efectivo, armas y otros elementos probatorios informó en aquel momento el Ministerio Público en un boletín de prensa.
Ese mismo día se capturó a tres oficiales de la Policía del Tránsito, de apellidos Dondi, Marchena y Mena, por el delito de cohecho propio, por supuestamente permitir el paso de vehículos de manera irregular por la ruta 32, que comunica San José con Limón. A Bell, por su parte, se le ligó con el delito de cohecho propio en la modalidad de penalidad de corruptor (sobornar a los tráficos).
El 10 de octubre del 2015 el Juzgado Penal de Goicoechea dictó seis meses para Bell y los hermanos Valerio. A los tráficos les fijó medidas cautelares.
Macho Coca fue dejado en libertad el 8 de abril del 2016. Con anterioridad (en una fecha que no fue posible precisar) también había salido de prisión Yayo.
Como parte de este proceso, el 16 de diciembre del 2016, la Facdo acusó y pidió elevar a juicio a los hermanos Valerio por el delito de posesión de droga para el comercio ilícito.
Les atribuyó dos casos: los ocho kilos encontrados en Calle Blancos y el trasiego de dos kilos de cocaína, que fueron decomisados el 27 de mayo del 2015, en La Victoria de Sarapiquí. La droga era transportada en un vehículo conducido por un hombre de apellidos Carvajal Perlaza.
Además, les atribuyeron adquirir una finca, varios lotes y un vehículo con dineros provenientes, supuestamente, de actividades ilícitas.
La investigación por el delito de narcotráfico contra Macho Coca fue separada del expediente para recoger más evidencias.
Asimismo, la Facdo pidió se dicte un sobreseimiento definitivo a favor de Macho Coca y de los tres oficiales de la Policía de Tránsito en el delito de cohecho propio.
Estas últimas gestiones de la Fiscalía todavía tienen que ser analizadas en la audiencia preliminar, la cual todavía no tiene fecha de realización.