Un sermisumergible de casi 14 metros de largo y con 2,2 toneladas de cocaína procedente de Colombia fue capturado por el Servicio Nacional de Guardacostas a 80 millas náuticas de Golfito, unos 150 kilómetros.
La nave narco era tripulada por dos colombianos y un ecuatoriano quienes tenían la intención de dirigirse a costas nacionales, informó el Ministerio de Seguridad Pública. La embarcación de 45 pies de largo era propulsada por tres motores de 90 caballos de fuerza cada uno y, al estar pintada de azul, se hacía casi indetectable para aeronaves de patrullaje.
La noche del domingo, la policía dice haber recibido reportes de la presencia del aparato, por lo cual se ordenó el zarpe de oficiales del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (Gopes) en una embarcación interceptora. Ellos fueron guiados hasta al punto por una aeronave de Estados Unidos que forma parte del acuerdo de patrullaje conjunto.
Al percatarse de la presencia policial, los tripulantes abrieron las válvulas que permiten el ingreso de agua a la nave con la intención de hundirla completamente para perder la droga y declararse náufragos, situación que los oficiales evitaron cuando cerraron las entradas de agua, informó Seguridad Pública.
Al ser las 8:30 de la mañana de este lunes los oficiales arribaron al puerto de Golfito junto con la nave capturada, la cual era tripulada por un ecuatoriano de 29 años, identificado con el apellido Castillo y quien era el capitán. También iban dos colombianos, uno de apellido Paredes, de 47 años, y López, de 37 años.
Cabe indicar que este es el primer semisumergible que es capturado en aguas costarricenses en lo que va del año. El último caso se había registrado en agosto del 2023, cuando los Gopes del Servicio Nacional de Guardacostas detuvieron una lancha de este tipo con 2,2 toneladas de cocaína. En esa ocasión los detenidos también fueron dos colombianos y un ecuatoriano.
“Es importante reconocer el apoyo del gobierno de los Estados Unidos, que, a través de sus aviones radares, nos dieron ubicaciones respecto de las cuales procedió nuestro Servicio de Guardacostas a dar con esta interdicción en altamar”, declaró Mario Zamora, ministro de Seguridad.
El uso de semisumergibles se ha convertido en una estrategia recurrente entre los narcotraficantes debido a la dificultad para ser detectados durante los patrullajes en altamar. Estas naves, que pueden medir hasta 15 metros de largo y dos de ancho, son capaces de transportar hasta dos toneladas de cocaína con una tripulación de tres personas.
Jack Sauve, piloto de Guardacostas de Estados Unidos, confirmó en marzo pasado a La Nación que estos artefactos son los más difíciles de localizar durante las operaciones de vigilancia en el mar.
“Son difíciles de encontrar porque van dentro del agua y, además, los pintan de un color que se pueda camuflar con el color del mar; lo que sí se puede ver son las pangas”, explicó Sauve.
Estas naves, por lo general, presentan un diseño con la parte superior pintada de azul y el resto de la estructura en un tono verde claro, lo que facilita su camuflaje. Construidas en fibra de vidrio, están equipadas generalmente con tres motores fuera de borda de 75 caballos de potencia cada uno, lo que les permite una gran maniobrabilidad en altamar.
Las autoridades continúan con la movilización de la nave y el cargamento de droga.
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