La contaminación de contenedores para traficar grandes cantidades de droga a Norteamérica y Europa desde los muelles costarricenses se ha convertido en una de las principales estrategias de las bandas narcos que operan en el país. De acuerdo con la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico, aunque las organizaciones criminales sacan buena ganancia de traficar 50 o 100 kilos, las movilizaciones a gran escala han tomado mayor auge desde hace ocho años.
El valor de la carga es uno de los principales alicientes, pues un kilo de coca evoluciona de $1.000 en Colombia, a $30.000 en Europa, un crecimiento del 3.000%.
Solo el año pasado, las autoridades decomisaron 11.000 kilos de droga en 17 contenedores. Actualmente, la forma más utilizada por los delincuentes es esconder los estupefacientes en cargamentos lícitos dentro de los propios muelles, en el último paso de la cadena de exportación, justo antes de ser transportados a otras naciones.
No obstante, el fiscal Gustavo Nájera contó en el programa radiofónico Frecuencia MP que las organizaciones criminales modernizan sus estrategias constantemente, en especial cuando la Policía identifica un método común. Al inicio, las sustancias ilícitas las metían selladas al vacío dentro de cargamentos de todo tipo de productos, previo a su ingreso a los muelles.
Sin embargo, cuando mejoró la seguridad en las exportaciones, las autoridades comenzaron a identificar la droga escondida entre los productos. Por esto, los narcos empezaron a ocultar los estupefacientes dentro de tarimas de madera huecas en las que se colocaban las mercancías lícitas antes cargar los contenedores.
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De nuevo, la Policía logró identificar esta metodología, entonces los criminales empezaron a contaminar los contenedores en medio del viaje que hacen las cargas desde las plantas empacadoras hasta los muelles. Según el fiscal, esta era una forma muy sencilla y rápida, que provocó que aumentara el tráfico de droga.
Para detener esto, las empresas introdujeron GPS dentro de los contenedores y además se comenzó a medir la temperatura de los cargamentos, ya que como la mayoría de contaminaciones se daban en productos congelados, al identificar cambios de temperatura en los trayectos se podía saber si habían sido manipulados.
En los últimos, la forma en que los narcos han evitado estos controles es limitarse a contaminar contenedores de solo productos secos, que no requieren ningún tipo de clima controlado. También han optado por corromper a trabajadores de las empresas productoras o en los propios muelles costarricenses.
De acuerdo con Nájera, cuando los grupos criminales logran seducir a los trabajadores directos, se aprovechan de su cercanía para contaminar los contenedores dentro de los muelles, para así evadir también el único escáner que opera en el país en APM Terminals, Moín.
Tal fue el caso de seis trabajadores de esa firma portuaria, que fueron capturados en diciembre pasado por figurar como sospechosos de colaborar con un grupo narco que enviaba cocaína desde ese muelle, en asocio con funcionarios de la empresa que brinda los servicios de seguridad privada. La banda enviaba la droga a Holanda y se conoció que uno de los integrantes incluso renunció a su trabajo luego de cometer el ilícito.
Luego, el pasado 17 de enero se desarticuló otro grupo criminal que intentó enviar más de dos toneladas de cocaína a Europa y en el que más de la mitad de los detenidos trabajaban en una cooperativa que brinda servicios de logística en APM Terminals. Los sujetos se encargaban de la operación de grúas, asignación de citas, supervisión de cargas y seguridad en el puerto, según indicó el Organismo de Investigación Judicial.
Incremento de precio
Aunque se ha identificado todo tipo de droga en los contenedores, la principal sigue siendo la cocaína, ya que los narcos pueden comprar cada kilo en $1.000 en Colombia, incrementar su valor a $7.000 al traerlo a Costa Rica y venderlo en $30.000 al llevarlo a Europa, ya que su valor aumenta según su posición en el continente.
En la mayoría de contenedores se trafican cantidades por encima de 500 kilos, e incluso se han identificado cargas de hasta una o dos toneladas en un solo envío. El fiscal Nájera contó que aunque la cocaína es la droga que tiene mayor valor en el mercado ilegal, actualmente se dice que hay una sobreproducción y su precio ha descendido.
Además, dijo que los principales cargamentos que salen de Moín, Limón, van con rumbo a Europa e ingresan por España y Países Bajos, desde donde se distribuye a diferentes partes del viejo continente. La cocaína que pasa por Costa Rica siempre viene de países de Suramérica, especialmente de Colombia y a veces de Perú.
Relató que cuando empezó el tráfico internacional de drogas, Costa Rica era más usado como bodega, pero con el paso del tiempo se ha convertido en un lugar donde grupos criminales prestan servicios de bodega y transporte, y un bajo porcentaje de las sustancias se queda aquí en el territorio para el mercado nacional.
Dijo que aunque las investigaciones contra grupos narcos se pueden extender hasta por dos años por su complejidad, solicitar ayuda de otros países mediante la asistencia penal internacional es una herramienta muy utilizada por la Fiscalía, que les permite obtener información más rápido y judicializarla para casos internos.
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