Un olvido de un fiscal permitió a los presuntos líderes de un grupo narco asentado en Sagrada Familia de Hatillo, San José, salir de prisión preventiva, controlar la organización con mayor facilidad y acrecentar su poderío, al punto de extender su actividad ilícita a otras localidades del sur y centro de la capital.
Se trata de Los Lara, un clan que al menos desde el 2017 está en la mira de las autoridades por el presunto delito de tráfico de drogas y que de nuevo generó un amplio despliegue policial este martes para detener a los principales sospechosos de integrarlo.
Luego de dos años de diversas diligencias, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) realizó 22 allanamientos que le permitieron detener a 11 personas, entre ellos dos hermanos de apellidos Lara Villanea, señalados como los aparentes cabecillas de la agrupación.
Ellos dos son parte de los individuos que quedaron libres en marzo del 2021, luego de que un fiscal del Ministerio Público olvidó solicitar a tiempo la prórroga de la prisión preventiva contra ellos y otras 10 personas. Sin embargo, deberán afrontar un juicio del 2 de enero al 23 de abril del 2023 en el Tribunal Penal de Pavas, por los presuntos delitos de venta y tráfico de drogas, confirmó el departamento de prensa del Poder Judicial.
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Wálter Espinoza Espinoza, director del OIJ, reiteró que esta no es la primera vez que abordan a esta banda, pero que a partir de una información confidencial abrieron una nueva pesquisa en su contra por el trasiego de estupefacientes, legitimación de capitales, delitos contra la integridad física de las personas, infracción a la ley de armas y explosivos, entre otros.
“Por circunstancias de orden procesal– judicial, a principios del 2021 quienes dirigían esta agrupación fueron liberados y lograron insertarse nuevamente en el giro comercial de narcotráfico para continuar desarrollando acciones ilegítimas en esa área ilegal de trabajo, ante eso asumimos el caso, redefinimos objetivos hicimos indagaciones y el día de hoy (martes) culminamos con 22 allanamientos simultáneos”, afirmó.
Agregó que en los operativos se decomisaron vehículos, armas de fuego, dinero en efectivo y drogas (marihuana, cocaína y crack), evidencias que se incorporarán al informe que se remitirá a la Fiscalía para que se defina la situación jurídica de los investigados.
El jefe policial aseguró que este grupo, además de comercializar sustancias ilícitas en Sagrada Familia, también operaba en Hatillo 8, las ciudadelas Quince de Setiembre y Veinticinco de Julio, así como barrio La California y el distrito Catedral.
“Se han dedicado de manera planificada, coordinada y constante al tráfico ilícito de sustancias prohibidas en distintas áreas de San José. Además de los líderes, este grupo contaba con una segunda línea de trabajo en la que sus miembros, además de participar en el tema relacionado con el tráfico de drogas, realizaban acciones vinculadas con el lavado de dinero, lo cual significa que las ganancias producidas como consecuencia de la constante venta las invertían en bienes muebles e inmuebles, joyas y otros artículos de valor”, explicó Espinoza.
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Gran despliegue
En las diligencias de este martes participaron 300 agentes judiciales de diversas secciones, oficiales de la Policía de Fronteras y la Policía Municipal de San José, así como fiscales y jueces.
Una de las razones para la amplia intervención policial, es la agresividad que caracteriza a la organización, justificó Espinoza, quien añadió que además del tráfico de drogas, son señalados por presuntas amenazas.
“Cuando el OIJ se percata de la liberación de las personas que dirigían el grupo, se intensifica el proceso de investigación para ir sumando elementos con la aplicación de varios métodos que nos permiten hacer aprehensiones en el medio de otras diligencias, ya que al final lo que hacemos es detener a la estructura jerárquica”, argumentó.
Este caso comenzó a investigarse luego de informaciones confidenciales que fueron analizadas y permitieron identificar a los integrantes de la agrupación. Además de los hermanos Lara Villanea, se detuvo a dos parientes de ellos, apellidados Lara Navarro (un hombre y una mujer), así como otras siete personas de apellidos Sánchez Aguilar (alias Chino), Chaves Umaña (Enano), Rodríguez Vargas (Soldado), Salas Castro (Pol), Soto Bonilla (Teletón), Castro Solano (Ñoño) y Navarro Martínez.
Para Espinoza, el operativo denominado Familia, fue exitoso, ya que les permitió detener a todos los objetivos e incautar múltiples evidencias.