Pese a que deben recorrer más de 10.000 kilómetros y pasar estrictos controles aeroportuarios, organizaciones narcos usan a Costa Rica, como ruta de paso de cocaína hacia el continente africano.
Las remesas casi siempre son pequeñas cantidades y viajan por correo o en maletas de viajeros que son nativos de países como Nigeria, Congo, Ghana y Sudáfrica.
La utilización de este largo camino para la droga es atribuida, por la Policía de Control de Drogas (PCD) del Ministerio de Seguridad Pública, al alto precio que pagan por la cocaína en África.
En Costa Rica, un kilo de cocaína pura vale $8.000 (¢4,4 millones); en Sudáfrica, por la misma cantidad, pagan $35.000 (¢17 millones).
Además, la cocaína pura es diluida cuatro veces antes de venderla al consumidor, o sea, de un kilo se obtienen cuatro.
Oleadas. Informes de la PCD y del Instituto Costarricense contra Drogas (ICD) recordaron que los primeros envíos se dieron durante el 2000.
Luego, ocurrieron como una especie de oleadas entre 2007 y 2009 y del 2013 al 2015. Esto se sabe porque las capturas de cargamentos fueron muy frecuentes durante esos años.
En la actualidad, dijo un alto jefe antidrogas, se dan casos, pero con menos constancia.
Los decomisos han sido en pequeñas cargas, pues oscilaron entre 34 gramos (el más pequeño) hasta uno de 22 kilos (el más grande).
La Policía investiga si esas organizaciones narcos, que se presume operan en África pero que tienen socios aquí, seducidos por los altos precios, están innovando en busca de rutas, que podrían incluir la marítima.
Complejo. Las pesquisas de estos trasiegos desde Costa Rica hacia África se han convertido, para las autoridades, en bastante complejas, por las dificultades para el intercambio de información debido a la distancia y el idioma.
Un agente antidrogas, que habló con la condición de no ser identificado, dijo que la cocaína proviene de Colombia.
Aquí, la reciben costarricenses que se encargan de empaquetarla para el envío.
El método más común es el doble forro de una valija. Ejemplo de un caso fue la captura de una mujer de apellido Botha, de nacionalidad sudafricana. Ella pretendió viajar a Europa el 31 de setiembre del 2009. Salía del aeropuerto Juan Santamaría, en Alajuela, hacia Holanda y luego a Johanesburgo, Sudáfrica. Empero, la policía le halló cuatro kilos de cocaína en el doble forro de su maleta.
Esta mujer aceptó el delito y, en un juicio abreviado, recibió una pena de cinco años, que ya cumplió y salió del país.
La PCD también ha detectado cocaína en cajas que van por el correo normal y que tienen como destinatarias a personas de países africanos.
Esa droga la metieron camuflada en envases de perfumería, delineadores de ojos, ganchos de madera para ropa, cajas de regalos y libros. Siempre innovan, informa la PCD.
El 27 de junio del 2014, un perro especializado alertó al revisar una caja con termos metálicos, que guardaban dos kilos de cocaína. El paquete estaba en el Juan Santamaría, listo para ser enviado en avión a África.