En marzo pasado la Policía de Control de Drogas (PCD), detuvo a cinco sujetos luego de allanar un hotel a solo 150 metros del Parque Central de San José. Varias habitaciones eran usadas por la estructura criminal para vender marihuana, cocaína y crack los siete días de la semana y a toda hora.
El pasado viernes, en un nuevo operativo, fue capturada la administradora de un bar y pensión usados como mampara para desplegar la ilícita venta de cocaína. Se trata de una mujer de apellidos Madrigal Chaves, de 33 años, quien ya tenía antecedentes por el mismo delito.
Los oficiales de la PCD allanaron el local comercial que está en barrio Soledad, del distrito Catedral, en el cantón de San José, zona que colinda con barrio La California, donde ocurrieron los asesinatos de dos jóvenes que este año fueron interceptados para asaltarlos. En junio, ultimaron a Manfred Barberena, de 23 años y en julio a Marco Calzada, de 19.
La Policía ha detectado también vendedores de drogas que se infiltran en bares, a veces sin que los dueños se percaten. Por lo anterior, es frecuente que las autoridades sorprendan durante los patrullajes a clientes que consumen licor y drogas.
Cerca de esos puntos de venta de droga, la Fuerza Pública ha detectado otros delitos como asaltos, hurtos y tachas, pues varios hoteles y cuarterías capitalinas se convierten en centros de receptación, donde delincuentes e indigentes cambian por droga los celulares, cadenas, aretes y otros objetos de valor que roban.
Al eliminarse las restricciones de la pandemia, volvieron a activarse céntricos bares como puntos de distribución, tal y como ocurría antes de que llegara la covid-19, lo cual conlleva un aumento de consumidores.
“Algunos puntos de venta de drogas han sido allanados en varias ocasiones. En cada caso con imputados distintos, lo que prueba que las plazas son sustituidas rápidamente cada vez que la Policía captura al vendedor o distribuidor. El espacio es llenado porque hay una demanda asociada a esa zona territorial”, dijo Marcelo Solano, director de la Policía Municipal de San José.
El negocio narco allanado el viernes en las inmediaciones del Fondo Nacional de Becas (Fonabe), se encuentra cerca de una escuela, universidades, institutos, restaurantes y salas de teatro, por lo que es una zona muy transitada.
Para la Policía no es un secreto que líderes narco de reconocidas bandas del casco josefino, como Los Lara, de Sagrada Familia, así como un hombre de apellidos Rodríguez Chaves, alias Pioja, detenido en julio pasado, tienen tentáculos en ciertos locales de zonas concurridas, así como las calles aledañas a esos sitios, donde a veces simulan venta de golosinas y en paralelo ofrecen drogas.
Lento proceso
Bares como el allanado el viernes se clausuran por 24 horas inmediatamente después del operativo, como parte de una medida policial. Sin embargo, puede ocurrir que reabran pronto, pues a menudo el dueño del inmueble se desvincula de la persona detenida.
A veces también cambian de administración y vuelven a abrir. Lo anterior porque la sanción final para el local comercial ocurre hasta que la persona sospechosa de traficar drogas tenga sentencia en firme, siempre y cuando durante el proceso judicial se determine que el comercio tenía ligamen para la actividad criminal. “Es un proceso muy lento, que puede durar años”, acotó Solano.
Según dijo, actualmente el artículo 90 bis del Código Municipal, permite que cualquier municipalidad pueda suspender y retirar licencias comerciales cuando el local incurra reiteradamente (2 o más veces) en algún hecho que infrinja la ley o normas de funcionamiento. Para estos casos, el inicio del procedimiento lo debe gestionar la autoridad actuante del operativo, puntualizó.