El Parque Internacional La Amistad se caracteriza por brindar a los visitantes un contacto directo con la naturaleza, debido a su abundante biodiversidad genética, de especies y ecosistemas.
Sin embargo, esa condición ha sido aprovechada a lo largo del tiempo por los grupos narco, los que ven en la zona un atractivo para la siembra de matas de marihuana.
Así lo revela el Análisis espacial de las incautaciones de cannabis sembrado en Costa Rica del 2007 al 2018, utilizado como investigación de base para el más reciente Informe Estado de la Nación.
Considerando solo el Parque Internacional La Amistad, en esos 11 años se destruyeron 4,2 millones de plantas de marihuana, un 81% del total de confiscaciones hechas dentro de áreas silvestres protegidas (ASP).
En esos territorios se incautaron, en el periodo de estudio, un total de 5,2 millones de matas.
Los otros lugares donde se registraron decomisos fueron la Reserva Forestal Río Pacuare, la Zona Protectora del Río Banano y la Reserva Biológica Hitoy Cerere, todas en el Caribe tico.
Ólger Bogantes Calvo, director general adjunto del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), considera que las organizaciones criminales califican las áreas silvestres protegidas como zonas vulnerables y eso las hace atractivas para ellas.
“Estas zonas son boscosas, de difícil acceso y muchos metros cuadrados; sin embargo, las autoridades hacen esfuerzos y es eso lo que permite erradicar la mayor cantidad de plantas”, aseveró Bogantes.
Plantas de marihuana en áreas silvestres
Cuatro lugares concentran sembradíos.
FUENTE: ICD Y MSP. || w. s. / LA NACIÓN.
Ante esta problemática, Carlos Manuel Rodríguez Echandi, ministro de Ambiente y Energía, y Michael Soto Rojas, jerarca de Seguridad Pública, destacaron que anualmente se realizan controles para detectar cultivos ilegales y proceder con la debida erradicación.
Soto destacó que regularmente las matas de marihuana se siembran debajo del resto de vegetación de la zona para camuflarlas, pero que los trabajos hechos periódicamente permiten realizar quemas y recolectar las muestras necesarias para la Fiscalía.
Agregó que la marihuana tica tiene un bajo porcentaje del componente psicoactivo tetrahidrocannabinol (THC), por lo que suele ser más cotizada la traída de Jamaica o Colombia, e incluso la hidropónica.
Sin embargo, de igual forma, esa droga se comercializa en el mercado, luego de ser extraída de la montaña y secada.
“Durante muchos años, la siembra de marihuana local costarricense se ha desarrollado en la cordillera de Talamanca y Buenos Aires (Puntarenas). En una época estratégica del año nosotros hacemos sobrevuelos, las zonas son las mismas y quienes sacan cargamento, probablemente, son gente de la zona”, explicó Soto.
En su criterio, existe toda una logística para mover el negocio de estas plantas. Considera que hay encargados de la siembra y el cuido de las matas, quienes se encargan de recolectarlas cuando ya están listas.
Además, se presume que hay otro grupo de personas que conoce la zona y se dedica a caminar con bultos llenos de hojas por la montaña durante al menos dos días y son estos quienes, posteriormente, la entregan a aquellos que saben cómo debe ser el proceso de secado de la hoja.
Después, ya con la planta seca, esta se entrega a grupos criminales, los que la colocan en el mercado local.
El jerarca de Seguridad mencionó que un puro de marihuana tica tiene un precio en el mercado de entre ¢1.000 y ¢2.000.
Según Bogantes, en Costa Rica un 3% de la población consume marihuana.
Problema de años
Por su parte, Carlos Manuel Rodríguez, dijo que el problema de cultivos ilegales de marihuana en parques nacionales ha estado allí por muchos años.
“Históricamente, hemos tenido un problema de cultivos ilegales de marihuana en parques nacionales, incluso hay lugares donde se daban estas siembras antes de ser declarados parques, particularmente en Talamanca y Pérez Zeledón, pero no vemos un aumento en la erradicación”, aseguró.
Rodríguez destacó que, ante la situación fiscal, se complica capacitar y equipar más a los guardaparques, pero que se ha hecho un esfuerzo en esta administración, debido a que uno de los planes es equipar a los guardaparques para que estén más seguros.
“Actualmente, tenemos un guardaparques por cada 4.000 hectáreas y lo ideal sería uno por cada 500 hectáreas; eso complica el trabajo. Si tuviéramos más personal, el impacto sería más positivo, ya que la carencia es de entre 300 y 500 guardaparques”, aseguró el jerarca de Ambiente.
El ministro también afirmó que los operativos de tala, caza ilegal y tráfico de vida silvestre son aprovechados para controlar y erradicar cultivos ilícitos.
Asimismo, destacó que han estrechado lazos con el Gobierno de Estados Unidos y, paralelamente, han trabajado en capacitaciones técnicas y entrenamientos, así como en la inversión de más automóviles, chalecos antibalas y armas, tomando en cuenta que los guardaparques son policías especializados.
El Informe de Situación Nacional Sobre Drogas y Actividades Conexas Costa Rica 2018, del ICD, destaca que las personas involucradas en el narcotráfico están comprando tierras adyacentes o dentro de áreas silvestres protegidas, y promoviendo diversas actividades productivas, para que haya un desarrollo de la infraestructura de transporte que los favorezca.