Ninguna playa situada a lo largo de los 1.228 kilómetros de costas costarricenses se salva de la penetración del narcotráfico internacional.
Así lo confirman recientes informes de inteligencia de autoridades de Costa Rica y Estados Unidos.
Según el Servicio Nacional de Guardacostas, los reportes sobre lanchas sospechosas de transportar droga por nuestras aguas se duplicaron entre el 2013 y 2016, al pasar de 125 alertas a 254 el año anterior.
La mayoría de estos navíos es detectado en el Pacífico sur, la ruta marítima más utilizada por el narco para llevar droga hacia Estados Unidos.
"A veces, en una noche podemos recibir información de hasta 10 lanchas que salen con droga. Pueden ser de organizaciones distintas. Es como soltar una plaga", señaló Cinthya Alvarado, jefa de la sección de Inteligencia de Guardacostas.
La funcionaria detalló que un 20% de las alertas que reciben al año da positivo, es decir, se logra localizar la mercancía.
El pasado 16 de febrero, el ministro de Seguridad Pública, Gustavo Mata, advirtió ante la Comisión de Seguridad y Narcotráfico de la Asamblea Legislativa sobre el incremento de estas operaciones ilícitas en nuestras costas.
"No existe playa en Costa Rica donde el narco no haya penetrado", aseveró Mata ante los diputados.
Martín Arias, director de Guardacostas, coincide con el ministro al señalar que casi todas las costas ticas fueron infiltradas por los traficantes como parte de una ofensiva para llevar más mercancía a su principal mercado.
Costa Rica es el país que más droga decomisa en la región. Sin embargo, apenas cuenta con 300 guardacostas y 70 embarcaciones.
"La costa tiene 1.200 kilómetros. Tendríamos que tener un bote cada kilómetro para evitar eso. Ningún país, ni Estados Unidos con todo el poder que tiene, ni Colombia con su armada, pueden evitar eso.
"Es como los asaltantes, no se sabe por dónde van a llegar. Ningún país tiene su costa blindada", manifestó.
Sin embargo, así como aumenta el trasiego, sube la cantidad de embarcaciones detenidas con droga en el país. El año anterior se registraron 40 casos, 35 en el 2015, 31 en el 2014 y 22 en el 2013.
El jerarca de Guardacostas considera que los narcotraficantes tienen estimada esas pérdidas.
"Ya ellos tienen contabilizado un porcentaje de pérdida. Si hay una fragata que agarra una lancha ya no puede agarrar el resto, porque viene todo el proceso de cadena de custodia, detener a los sujetos. A ellos lo que menos les importa es el ser humano", enfatizó Arias.
Más droga
Un factor que incide en esta situación es el aumento en producción de la droga en Sudamérica, el cual cada año es mayor.
Solo para este 2017 se esperan que en entre Colombia, Bolivia y Perú produzcan alrededor de 2.000 toneladas de la droga, de las cuales el 90% serán enviadas por la vía marítima y muchos de los casos teniendo a Costa Rica como paso obligatorio.
La cifra va en aumento, el año anterior se estimó que se traficaron 1.700 toneladas, mientras que para el 2015 y 2014 fueron 1.200 y 670, respectivamente, de acuerdo con información del Departamento de Estado de EE.UU.
Asimismo, pese a que aumenta la oferta, el negocio sigue siendo lucrativo. Un kilo de coca cuando sale de Colombia cuesta $500. Al estar en Costa Rica su valor ronda los $7.000 y en Europa o Australia su precio puede llegar hasta los $124.000, explicó el ministro de Seguridad.
Guerra de nunca acabar
"Esto es una guerra que nunca va a acabar. Siempre va a haber el negocio. Sin embargo; yo no lo veo como una guerra en desigual, porque en el mar, de tú a tú, ellos no tienen respuesta para escaparse cuando los tenemos detectados".
Así califica la situación Edson Rodríguez, jefe de la sección de Guardacostas de Golfito, una de las zonas del país donde más embarcaciones narco son detenidas anualmente.
Rodríguez dijo ser consciente de que esta situación nunca va a terminar y de que el narco seguirá creando métodos para trasegar droga, pero los guardacostas seguirán dando la lucha.
En recuento elaborado con el archivo de La Nación, se contabilizaron 59 embarcaciones detenidas con cocaína entre el 2007 y lo que va del año, principalmente en la costa del Pacífico.
Asimismo, en ese lapso se han detenido 204 hombres en las lanchas, de los cuales más de la mitad (121) son costarricenses, 41 colombianos, 34 ecuatorianos y 8 nicaragüenses.
Del total de embarcaciones detenidas, 31 corresponden a barcos pesqueros y el resto a lanchas rápidas. Estas últimas, generalmente vienen tripuladas por ecuatorianos y colombianos, quienes descargan la droga en los pesqueros ticos.