Una banda narco asentada en San Ramón, Alajuela, privó de libertad a un hombre con el que tuvo una rencilla. El dato fue dado a conocer este miércoles por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), que realizo 21 allanamientos para detener a los presuntos integrantes del grupo.
La organización, al parecer, era liderada por una familia de apellido Largaespada, la cual era abastecida con drogas por otra agrupación criminal que operaba en Barranca, Puntarenas. En total, las dligencias permitieron detener a 20 personas.
Wálter Espinoza Espinoza, director de la Policía Judicial, manifestó que el grupo tenía cerca de dos años de operar en el asentamiento ramonense El Progreso, donde se apoderaron de diferentes búnkeres para la venta de estupefacientes.
“Estos allanamientos tienen como objetivo detener a los sospechosos de integrar una banda dedicada al tráfico de drogas. A lo largo de la investigación ya se habían detenido a 12 personas y el objetivo es aprehender a los demás. Por ello, hicimos cuatro allanamientos en Barranca, uno en Palmares y los otros 16 en El Progreso y alrededores”, afirmó el jefe policial.
Añadió que además del narcotráfico, en la investigación se determinó que los sospechosos portaban armas de fuego y que se dedicaban a realizar extorsiones y coacciones. “En un búnker encontramos a una persona amarrada, estaba privada de su libertad porque, al parecer, tuvo una rencilla previa con el grupo”, mencionó Espinoza, quien no descartó que con otras diligencias se les pueda vincular a alguno de los detenidos con homicidios.
En las diligencias, los agentes judiciales decomisaron: cocaína, un aproximado de ¢3 millones en efectivo, 500 cartuchos de armas de diversos calibres, pistolas nueve milímetros, revólver y celulares.
Los sospechosos fueron remitidos al Ministerio Público con un informe, para que se determine su situación jurídica.
El mes pasado, el nuevo ministro de Seguridad, Jorge Torres, aseguró que una de sus prioridades será atacar la venta de droga desde los búnkeres, que pueden generar ventas millonarias.
“Las estructuras locales sí las quiero golpear, pero no solo a la persona que está vendiendo en la esquina la piedrita, que tampoco la podemos dejar ahí, queremos ir por quien está detrás de ese vendedor, el líder, porque regularmente se trata de personas que tienen búnkeres y solo uno de ellos genera $80.000 (¢54 millones al tipo de cambio actual) por mes, hay líderes que llegan a tener hasta 50 o 60 búnkeres, eso genera más que un banco”, declaró en entrevista con La Nación.