EscucharEl ingreso de la Policía de Control de Drogas (PCD) al laboratorio para mezclar fentanilo con otras drogas en San Juan de Tibás requirió apoyo del Ministerio de Salud y del Cuerpo de Bomberos, ante el riesgo que implica para los oficiales la eventual aspiración de polvo de esa droga.
“Al ser una droga altamente tóxica, ya se han presentado casos en Estados Unidos, donde oficiales han visto afectada su salud al ingresar a una casa con un cargamento importante emanando polvo que, al ser respirado, causa problemas de salud”, dijo el fiscal Javier Valerio en un comunicado del Ministerio Público.
Esa droga es altamente letal, pues solo dos miligramos podrían causar la muerte a una persona.
El día de los operativos, un médico acompañó a los oficiales en cada uno de los tres sitios allanados (Tibás, San Sebastián y La Guácima de Alajuela). El personal contaba con mascarillas, guantes y lentes, así como con los reactivos que podrían requerirse de manera urgente en caso de una emergencia.
También se mantenía contacto inmediato con el Cuerpo de Bomberos y con un equipo de traslado médico, explicó Stephen Madden, director de la PCD, dependencia que tuvo a cargo el operativo con la dirección funcional de la Fiscalía y que dejó cuatro detenidos de apellidos Valdivia, Hernández, Martínez y Arroyo.
Se trata del primer laboratorio de ese tipo del que se tiene noticia en nuestro país. Funcionaba en una propiedad grande casi al límite entre Tibás y Santo Domingo, frente al terreno que usaba anteriormente la empresa Neón Nieto.
El grupo, detenido el 21 de noviembre en Tibás y otros dos puntos del territorio, tenía más de 100 pastillas de la droga y al parecer mezcló el fentanilo con otros estupefacientes para generar un mayor efecto y adicción, según explicó este lunes el fiscal adjunto contra el Narcotráfico y Delitos Conexos, Javier Valerio, al referirse a la acción policial desplegada.
Según datos de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), en este momento, el fentanilo es la principal causa de muerte en jóvenes de entre 18 y 24 años.
Se trata de una droga sintética, un analgésico, que con estrictos controles se utiliza de manera lícita en farmacias y en la medicina para aliviar dolores muy intensos, ya que es más fuerte que la morfina. Sin embargo, una sobredosis del estupefaciente podría causar daños en el sistema respiratorio, en el cerebro e incluso provocar la muerte.
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