Una organización criminal conformada por 45 miembros, que incluía varios clanes familiares de papás, hijos y hermanos y que operaba en Sierpe, Puerto Cortés, Coronado y Punta Mala en Osa, Puntarenas, es sospechosa de trasegar 8,5 toneladas de drogas como marihuana y cocaína. Se presume que el grupo operaba como intermediario con vendedores de estupefacientes en Suramérica y que luego repartía la mercancía a diferentes bandas en Costa Rica.
Una serie de diligencias que empezaron desde abril del 2021 y que culminaron este martes permitieron la Policía Control de Drogas (PCD) la desarticulación de esta organización, conocida como Los Canduchos, que también manejaba altas sumas de dinero, armas y un semisumergible, entre otros.
Del total de detenidos, este martes cayeron siete sospechosos, luego de ocho allanamientos en viviendas, una bodega y una pescadería que funcionaba como mampara. La narco estructura era liderada por un sujeto apellidado Venegas Hernández, y conocido como Ñingo.
Pesquisas de la PCD determinaron que Venegas era el intermediario entre grupos que traían droga en lanchas desde Colombia, su organización se encargaba de la logística y de llevar a los dueños de la mercancía a altamar y devolverlos a tierra.
“Una vez que la organización tiene la droga, ingresa a las bodegas y posteriormente la entregan a otros grupos criminales. La PCD detuvo a 45 personas entre ellos costarricenses, colombianos y nicaragüenses. En los allanamientos de este martes se logró capturar al líder de la agrupación”, dijo Stephen Madden, director de la PCD.
LEA MÁS: Desarticulan banda narco que ingresaba droga desde Colombia por medio de lanchas y semisumergibles
La hipótesis de la policía especializada incluye que varias personas asentadas en Punta Mala e Isla Garza, entre otros puntos, eran quienes brindaban lanchas, combustible, capitanes de embarcaciones y equipo de navegación marítima a colombianos y otras estructuras criminales.
LEA MÁS: En playas dominicanas se ocultaba tico sospechoso de liderar poderosa red narco
Concluida toda la operación, las autoridades decomisaron 8,5 toneladas de droga, de estas 4.728 paquetes de marihuana y 3.456 paquetes de cocaína, cada uno con un peso aproximado a un kilogramo. Así como ¢13,9 millones, 36.000 pesos colombianos, $6.713, ocho embarcaciones, un semisumergible, dos vehículos, gran cantidad de armas de fuego y municiones.
LEA MÁS: Arribo de más bandas narco dispara homicidios en Guanacaste
Para desarticular esta organización, oficiales de la PCD realizaron ocho allanamientos en Punta Mala, Palmar Norte, Ojochal e Isla Garza en Osa, así como en Herradura y Jacó, Puntarenas.
Esta estructura criminal tenía entre sus miembros a varios grupos familiares y un grupo de sujetos con conocimientos de navegación marítima, además de que cada uno cumplía con funciones específicas y definidas.
- Venegas Hernández, 33 años, líder, alias Ñingo, se encargaba directamente de realizar todas las coordinaciones con los demás miembros de la organización con la finalidad de recibir en altamar los cargamentos de drogas, para lo que contaba con personas de su entera confianza y socios. (Tiene antecedentes penales de relación sexual con persona menor de edad)
- Calvo Hernández, de 56 años, conocido como Epi y su hijo apellidado Calvo Barquero, 31 años, ayudaban al líder a organizar todo lo relacionado con la logística de la recepción de las lanchas con droga y de las personas que ingresaban al mar para recibir los navíos que transportaban los cargamentos procedentes de Colombia y pertenecientes de otras estructuras. Calvo Hernández es hermano del líder Venegas Hernández. (Ambos con historial delictivo por infracción a la ley de caza y pesca)
- Lara Barrantes, 34 años, apodado Piquito, quien tiene conocimientos de navegación marítima, se encargaba de realizar las coordinaciones para recibir la mercancía en el mar; colaboraba con el resto de la organización para alertar al grupo sobre los operativos policiales en la zona. Se le asocia con el delito de infracción a la ley de caza y pesca.
- Lara Calvo, 58 años, (papá de Lara Barrantes) tenía como función la seguridad al momento del trasiego de droga, con la finalidad de evitar cualquier intervención policial en contra de la organización. Él tenía una pescadería que usaba como mampara para disfrazar los ingresos económicos producto de la narcoactividad. (No registra antecedentes penales).
- Barquero Vásquez, de 44 años, conocido como Toño, quien fungía como coordinador e intermediario entre la banda desarticulada y otros grupos delictivos que requerían de la logística para la recepción marítima de droga y el almacenaje de esta. A la vez, era el encargado directo de recibir en altamar el estupefaciente que se trasladaba en embarcaciones procedentes de Colombia, esto lo hacía en conjunto con su hijo apellidado Barquero Calvo. (Sin historial policial).
- Barquero Calvo, 19 años, alias Mono o Yei, era un miembro activo de la organización y participaba junto con su padre en las diferentes actividades ilícitas. (No tiene delitos previos).
LEA MÁS: Barco pesquero tenía sistema ‘totalmente novedoso’ para esconder 640 kilos de cocaína