Cargamentos de 5, 10 o 20 kilos de cocaína procedentes de Panamá abastecen el mercado local, según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Los cargamentos ingresan por vía terrestre escondidos en camiones, autobuses o automóviles. También en las maletas de algunos viajeros.
Michael Soto Rojas, subdirector de la Policía Judicial dijo que ese modelo de abastecimiento es el que han visto que se mantiene desde hace bastante tiempo.
Agregó que así lo constataron en pesquisas a bandas dedicadas al narcomenudeo y que operan en la Gran Área Metropolitana (GAM).
Como ejemplo de ese método está el hallazgo del 1° de noviembre del 2015, de 10 kilos de cocaína escondidos en un doble forro de un vehículo. La droga la encontraron oficiales de la Fuerza Pública al revisar el carro en el puesto de control en el kilómetro 37, en Guaycará de Golfito, Puntarenas.
Otras opciones. Michael Soto consideró poco probable que una parte de la droga que trasladan las bandas dedicadas al tráfico internacional se quede en Costa Rica, como una forma de pago por servicios.
Fundamentó su posición en un asunto de precio. Para la Policía Judicial, un kilo de cocaína en Colombia vale más de $2.000 (¢1,1 millón). Esa misma cantidad pero ya en nuestro país tiene un valor de $8.000 (¢4,4 millones). Conforme la droga avance hacia el norte aumenta su precio. Por ejemplo, en México, se estima que oscila entre $15.000 (¢8,2 millones) a $20.000 (¢11 millones). Ese mismo kilo, pero ya en Estados Unidos vale entre $30.000 (¢16,5 millones) y $35.000 (¢19,2 millones).
Para el subdirector interino del OIJ, no es lógico que una organización de tráfico internacional se desprenda, por ejemplo, de 10 kilos de cocaína para pagar servicios, cuando esa cantidad de droga en Estados Unidos puede venderla en $300.000 (¢165 millones).
Él señaló además que, con base en investigaciones han logrado verificar que los pagos se hacen en efectivo y no con droga.
En el caso de la marihuana, la cual proviene de Jamaica, sucede algo similar.
“Lo que si hemos encontrado son bastantes casos de tumbonazos (robo de droga) que también son generadores de homicidios”, manifestó Soto.