Más de una tonelada de cocaína llegó al puerto de Róterdam, en Países Bajos, Europa, en un contenedor con piñas de Costa Rica. La información fue confirmada este martes por la Fiscalía de esa ciudad en su cuenta de Twitter (X).
Según la publicación, la droga fue localizada cuando se descargaba el contenedor con la carga lícita de frutas en un almacén de Róterdam. El alijo de cocaína está valorado en €83 millones, el equivalente a ¢45.000 millones al tipo de cambio actual.
Una vez detectado, fue trasladado a un lugar seguro por parte del Equipo Especial de Aduanas, donde el conteo cerró en 1.109 kilogramos. “Junto al lote de droga también fue encontrada una baliza GPS. Los delincuentes utilizan las balizas para medir la ubicación exacta de un contenedor. La empresa frutera actuó limpiamente según el protocolo y, por tanto, no parece tener nada que ver con el envío de coca”, agregó la autoridad de Países Bajos.
Bij een fruitbedrijf in de regio Rotterdam is vandaag ruim 1100 kilo cocaïne aangetroffen: https://t.co/6cjW2bdXKo pic.twitter.com/zOmlCDR49S
— Openbaar Ministerie Rotterdam (@OM_Rotterdam) March 12, 2024
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Manuel Jiménez Steller, viceministro de Unidades Especiales, dijo, luego de conocerse la noticia, que el contenedor fue revisado por los escáneres instalados en la Terminal de Contenedores de Moín, Limón, y en las imágenes “no se observan trazas de droga”.
Además, agregó que tras zarpar de Costa Rica, “el buque se movilizó hasta un puerto en Panamá en donde estuvo aproximadamente 24 horas a la espera de embarque en otro buque para dirigirse hasta su destino en el puerto de Róterdam”.
“Cuando hacemos revisión en retrospectiva del viaje de este contenedor, nos percatamos que el mismo tuvo una parada en el Puerto de Manzanillo, en Panamá. La imagen y la información de la exportación ha sido puesta a la orden de la policía de Róterdam para que ellos realicen la investigación”, aseguró el viceministro.
El comunicado no aclara si los sellos del contenedor fueron vulnerados después de salir de Costa Rica. Esos “marchamos” garantizan que la carga lícita no ha sido alterada desde el puerto de origen.
El servicio de escaneo en Moín está a cargo de Radiográfica Costarricense (Racsa), empresa que cobra una tarifa a todo exportador por revisar cada contenedor.
Carga reciente de cocaína en Barcelona
Apenas el 4 de marzo pasado, autoridades españolas confirmaron el hallazgo de 419 kilos de cocaína en un contenedor de café procedente de Costa Rica. La droga fue descubierta durante una inspección realizada por funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en el puerto de Barcelona.
En aquel momento, el Ministerio Público de Costa Rica confirmó que la droga salió de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM), el principal puerto de exportación de nuestro país y donde operan, desde julio del año pasado, dos escáneres para la detección de drogas y otras cargas ilícitas.
En relación a estos 419 kilos de cocaína, el viceministro Jiménez Steller confirmó que salieron a finales de enero de Costa Rica.
El 27 de setiembre del año pasado, en un acto público en Puntarenas, el presidente de la República, Rodrigo Chaves, aseveró que, desde que se colocaron los dispositivos “no ha salido un kilogramo, una onza, ni un gramo ni un grano desde que lanzamos la Operación Soberanía. Los europeos están felices”.
Lo cierto es que, desde entonces, autoridades europeas y asiáticas han detectado al menos dos toneladas de cocaína que salieron de Costa Rica. Los destinos confirmados hasta ahora son Países Bajos, Francia, España e Israel. No se suman los 1.100 kilos que llegaron a Róterdam esta semana, pues el viceministro asevera que la carga habría salido limpia de Costa Rica.
Jiménez Steller sostiene que los narcotraficantes “encontraron un gran escollo con la Operación Soberanía”, es decir, que dicha operación pone en peligro sus acciones delictivas y por eso estarían buscando nuevos puntos de contaminación de la carga que va a los puertos europeos.