Una pista clandestina en Caño Negro de Los Chiles, Alajuela, facilitó a una célula costarricense del cartel de Sinaloa el trasiego de drogas de Colombia hacia Estados Unidos.
El hecho lo dieron a conocer este miércoles tanto el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) como el Ministerio Público, luego de 11 allanamientos para desarticular a los miembros de la organización.
En total se detuvo a nueve personas en los operativos que se efectuaron en varios lugares del cantón de San Carlos como Aguas Zarcas, Santa Rosa de Pocosol, Florencia y Platanar, la pista en Caño Negro, una vivienda en Ulloa de Heredia, otra en Moravia y un predio de camiones en Desamparados de Alajuela.
Las autoridades señalaron que el líder este grupo, que es un costarricense de apellidos Patterson Angulo, de 51 años, había sido detenido el pasado 27 de mayo, junto al que se considera como su mano derecha, otro tico apellidado Gómez Capellán, de 47 años.
Ellos viajaban en un vehículo en La Garita de Alajuela en el cual transportaban 259 kilos de cocaína.
En tanto, otro miembro importante de la organización, un mexicano de apellidos Leal García, de 35 años, y quien era el enlace con el cartel de Sinaloa, lo capturaron el 26 de mayo en La Valencia de Heredia, cuando en otro auto llevaba 57 kilos de cocaína.
Los detenidos este miércoles los identificaron como de apellidos Solano Cambronero, de 70 años; Rojas Bejarano, de 44; Murillo Fallas, de 34; Rojas Gamboa, de 46; Barahona Benavides, de 34; Ortega, de 42 (mujer nicaragüense); Camacho Esquivel (dos), uno de 70 y otro de 18 y Patterson Chaves, de 26 e hijo del líder.
A todos se les imputa el delito de tráfico internacional de drogas que según la Ley sobre estupefacientes, sustancias psicotrópicas, drogas de uso no autorizado, actividades conexas, legitimación de capitales y financiamiento al terrorismo, N° 7786, tiene una pena que va de ocho a 20 años de prisión.
Forma de operar
Las investigaciones sobre este grupo empezaron en junio del 2019 cuando agentes de la sección de Estupefacientes del OIJ recibieron informes sobre un grupo de costarricenses, vinculado al cartel de Sinaloa, que estaban introduciendo droga por vía terrestre y marítima que procedía de Colombia.
Luego de almacenarla durante algunos días en suelo costarricense, la enviaban en camiones y avionetas hacia Guatemala y México, para que llegara al destino final que era Estados Unidos.
Según los informes policiales, además de drogas, el grupo también trasegaba armas de norteamérica hacia nuestro país y Colombia.
El líder, Patterson, es un hombre originario de Liverpool de Limón que, según el Registro Nacional, es gerente y representante legal de cuatro sociedades, una de las cuales está dedicada al transporte de carga internacional y tiene inscritos cerca de 23 equipos entre tráiler y carretas.
Asimismo, aparece como dueño de una propiedad en Ulloa de Heredia, valorada en ¢46 millones.
En tanto, Gómez Capellán aparece como una persona vecina de La Cuesta de Corredores, Puntarenas, muy cerca de la frontera con Panamá, que no es propietario de bienes.
Mientras que Leal García había ingresado al país desde enero y su estatus migratorio es de turista.
El director del OIJ, Wálter Espinoza Espinoza, dijo que este grupo contaba con la supuesta colaboración de un miembro de la Fuerza Pública. Se trata de Barboza Benavides, quien es jefe en el cantón de Río Cuarto.
Asimismo, agregó que tres hombres de apellidos Murillo, Rojas y Rodríguez, al parecer eran los encargados de buscar los terrenos para instalar las pistas clandestinas.
Durante los allanamientos se decomisaron armas como AK-47, mini Uzi, AR-15, pistolas nueve milímetros y carabinas, tres vehículos todo terreno y un automóvil.