Una carga de 3.000 kilos de cocaína fue decomisada en el puerto de Róterdam, Holanda, a bordo de un barco que hizo escala en nuestro litoral Caribe para recoger productos perecederos de exportación.
El ministro de Seguridad Pública, Michael Soto, confirmó que la Policía de Holanda encontró el cargamento en dos contenedores que pasaron por un puerto de Moín (sin precisar cuál), pero dice que se debe investigar si la droga se cargó en nuestro país o pasó sin ser detectada en la terminal portuaria.
Añadió que el barco hizo paradas en varios puertos antes de llegar al destino final, donde se detectó el cargamento.
Soto dijo que ese trasiego deja ver la urgencia de aumentar los controles, para que no se sigan contaminando las cargas de exportación con drogas.
El jerarca de Seguridad destacó que en los últimos años la Policía de Control de Drogas ha detectado al menos 10 toneladas de cocaína en contenedores.
Sin embargo, uno de los cargamentos más grandes que evadió controles fue uno de seis toneladas que llegaron a España el año pasado.
De igual manera, en mayo de este año en Róterdam, Holanda, otro navío cayó con 1.600 kilos de cocaína.
Entre piñas y pulpa de banano
De acuerdo con el medio regional holandés Omroep Braban, los 3.000 kilos se dirigían a una empresa privada.
Un lote era de 1.650 kilos y estaba en un contenedor con azúcar, mientras que los otros 1.350 kilos iban en una carga de pulpa de banano, que llegaron desde Costa Rica.
Las drogas de ambos contenedores fueron destruidas.
Ese medio de comunicación añade que seis hombres, cuya nacionalidad no fue revelada y con edades entre los 25 y los 50 años, fueron arrestados como sospechosos de estar relacionados con la ilegal mercancía.
“La investigación sobre el origen de las drogas llevó a la policía a un local comercial en Waalhaven, en el área del puerto de Róterdam. Allí, los agentes allanaron la noche de jueves” añade la información.
Un gramo de cocaína en los Países Bajos cuesta en promedio 48 euros (cerca de ¢30.000).
Para minimizar impacto
Laura Bonilla, presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica, afirmó que con la ayuda de la Embajada de los Estados Unidos, se aceleró el plan para poner en marcha el escáner de la terminal portuaria de Moín, administrada por la empresa holandesa APM Terminals.
Ese escáner tiene un valor de $2,6 millones y su puesta en marcha ayudará en la detección de productos o sustancias que de manera irregular estén dentro de los contenedores, tales como armas, drogas, dineros, material radioactivo o plagas.
Bonilla afirmó que ya se logró la compatibilidad entre el escáner y en centro de monitoreo donde autoridades nacionales recibirán las imágenes de la carga que lleva cada contenedor inspeccionado, como se ha visto en pruebas realizadas recientemente.
Este jueves se realizará una reunión técnica y se definirá la fecha de arranque definitivo de las inspecciones con el escáner.